Llega a su fin la campaña electoral para las elecciones de concejales del domingo. Que tuvo una característica particular que la diferencia de otras del mismo tipo: la crispación.

En el último día antes de la veda también ese fue tema de discusión, y oficialismo y oposición acusaron, por boca de Clara García y Jorge Boasso, de ser responsables de las palabras subidas de tono en la actividad proselitista.

La secretaria de la Producción y primera candidata del Frente Progresista dijo, sin nombrarlo, que Boasso rompió los códigos de “ética política” tradicionales de la política rosarina, poniendo en discusión cuestiones personales, con sus descalifiaciones y con “frases irrespetuosoas que han salido sin constancia”.

“La gente espera de nosotros trabajo serio”, dijo García en Radio 2, y apuntó fundamentalmente contra las “frases de pasacalle” con las que “no se pueden abordar un tema complejo” como la inseguridad. En ese sentido, repudió el “oportunismo” de los que “callaron durante 20 años” de desinversión en la policía y la justicia.

Por su parte, Boasso adjudicó la tensión del fin de la campaña a que el intendente Miguel Lifschitz está “muy nervioso” y “sale a disciplinar rivales”.

“Entiendo los nervios del intendente, que no pudo dar respuestas al tema que instalamos en la campaña que es la inseguridad reinante en Rosario”, enfatizó.