Y no para de llover. Toda la noche cayó agua y las precipitaciones continuaron este miércoles a la mañana, cuando también se renovó el alerta meteorológico para la región. Así, la situación –absolutamente inédita– seguía complicándose en toda la ciudad, cada vez más parecida a Venecia, y más personas tenían que abandonar sus casas inundadas, fundamentalmente en las zonas norte y oeste.
Eran cerca de 2.500 ya los evacuados en el Batallón 121 y el estadio cubierto de Newell´s old Boys, donde no había más capacidad para recibir gente, según informó personal de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad que trabajaba en el gimnasio del parque Independencia. Por tal razón, se estaban acondicionando las instalaciones del Hipódromo Independencia para recibir más evacuados, se informó desde la Unidad Regional II. Aunque también se barajaban otros lugares posibles, como los gimnasios de Provincial y de Náutico Avellaneda.
La Municipalidad pidió que la provincia se haga cargo del nuevo centro de evacuados, pero el secretario de Promoción Comunitaria, Juan Carlos Forconi, dijo en Radio 2 que no está en condiciones porque tiene que atender la situación de emergencia en otras localidades, aunque sí puede dar ayuda material y apoyo con personal.
Más tarde, la vicegobernador María Eugenia Bielsa, a cargo del comité de crisis, dijo que se está montando un operativo para coordinar acciones similar al posterior a la pedrea del 15 de noviembre y que en toda la provincia hay el doble de evacuados que en Rosario.
La funcionaria comentó que, como en aquella oportunidad, llegará a la ciudad Sergio Berni, un especialista en catástrofes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, que además –según informó el diputado nacional Agustín Rossi– ya despachó cinco camiones con ayuda para los afectados.
En tanto, en diálogo con el periodista Luis Novaresio, el intendente Miguel Lifschitz dijo que la preocupación principal ante el inédito temporal pasa por los arroyos Ludueña e Ibarlucea, cuyo nivel de agua sigue subiendo. Y sostuvo que, si se tiene en cuenta la cantidad de agua caída –que es récord–, se podría decir que el resto de la ciudad, a pesar de todo, “se la viene mancando bien”.
Lifschitz rogó por que el tiempo mejore. Pero todo indica que habrá más evacuados: en Empalme Graneros, por ejemplo, estaba entrando gran cantidad de agua. Según contó a Radio 2 el presidente de la vecinal del barrio, Osvaldo Ortolani, el barrio comenzó a revivir los peores recuerdos este miércoles a primera hora, cuando empezó a ingresar agua desde la calles provincias Unidas y Juan José Paso, que ya inundaba algunas casas.
Si bien señaló que no había desborde del arroyo Ludueña, ya que el aliviador y la represa estaban funcionando correctamente, describió la situación como de "alerta amarilla" e instó a los vecinos a prepararse para una "hipótesis difícil" ante la inédita situación de que hayan caído 240 milímetros de agua en 36 horas, el "récord del siglo".. Ortolani pidió que los chicos no fueran a la escuela y las familias se prepararan para una eventual evacuación.
El titular de Defensa Civil, Marcos Escajadillo, afirmó que las cuadrillas ya estaban trabajando en Empalme para intentar aliviar la situación.
Escajadillo graficó la gravedad de la situación al comentar que en los últimos tiempos, en los peores temporales, no se pasó de los 800 evacuados. "Nuestra hipótesis de máxima era duplicar esa cifra", le comentó al periodista Nacho Suriani. Pero se triplicó.
Y hay otro frente de tormenta: el río. El nivel del agua en Rosario llegó este miércoles a 5,18 metros –24 horas atrás era de 5,06– y el de evacuación es de 5,30, así que Prefectura estaba en alerta.
También en Granadero Baigorria había evacuados y estaba desbordando el arroyo San Lorenzo.
El pronóstico no era muy alentador: el Servicio Meteorológico indicó que continuarán las lluvias hasta el viernes en toda la región y se renovó el alerta que advierte que, además de agua, puede haber fuertes vientos y granizo. Ya había caído 240 milímetros en dos días, y se esperaban unos cien más para este miércoles, según estimaciones del Servicio Meteorológico. Es decir que la cifra en tres días podría llegar a más de 340, cuando la media histórica de marzo es la tercera parte de esa cifra.
La situación era parecida en varias localidades de la región, por ejemplo en Cañada de Gómez, donde estaba desbordando el arroyo y debieron cortar la circulación en la ruta 9.
Diluvio sin fin
El diluvio de este martes sumado al del lunes obligó a la evacuación de barrios del norte y del oeste rosarino. De hecho, se superó todo pronóstico y este miércoles a la mañana eran más de 2.500 las personas en los centros habilitados por el municipio.
Cerca de las 16 de ayer el Batallón 121 quedó chico. Por eso el Comité de Emergencia decidió habilitar un nuevo espacio para recibir a los vecinos de barrios afectados por el desborde de la cuenca del Ludueña (el arroyo y los canales Salvat e Ibarlucea): el estadio cubierto de Newell´s.
Además, según aseguró el subsecretario de Salud municipal, Jorge Elder, a este medio en los dos centros se montaron guardias médicas con todos los elementos necesarios. "No hubo casos de gravedad y por la suerte no hace frío", dijo sobre la posibilidad de que se detecten enfermedades respiratorias por la humedad del lugar y porque la mayoría de los evacuados llegaba descalzo y con la ropa mojada.
Por otro lado, surgieron algunas protestas a modo de piquetes por la falta de ayuda. En Circunvalación, había por la noche al menos dos: uno en Jorge Newbery y otro en Juan José Paso que provocaron problemas en el tránsito y se formó una larga cola de camiones por esa anillo vial.
Sin escuelas, pocos taxis
En decenas de escuelas no había actividad por problemas edilicios y, paradojas santafesinas, la delegación local de Dirección Provincial de Vivienda, de Santa Fe al 1000, tenía el patio inundado porque el techo se rompió con el granizo del 15 de noviembre y nunca se arregló. Además, al menos ocho escuelas no tendrán clases este miércoles como consecuencia del temporal.
Asistencia
El secretario de Promoción Social municipal, Pedro Pavicich, evaluó que "la situación se presenta complicada" pero aseguró que "el estado sanitario de los evacuados es bueno en general, aunque se necesita ropa de abrigo, principalmente para los chicos".
Para atender a los evacuados, la Municipalidad necesita ropa, sobre todo para chicos –zapatillas, buzos, medias, ropa interior y frazadas–, que se pueden llevar a la Central de Emergencias, en Francia 1940.
Según aseguró la encargada de coordinar la tarea en ese lugar, Gabriela Rey, después del mediodía comenzaron a acercarse los primeros rosarinos con ayuda y esperan recibir a más gente durante toda la noche ya que el lugar estará abierto las 24 horas.