Una manada de 300 lobos marinos de Baja California, en el noroeste de México, perderá su hogar en el puerto de Ensenada cuando las autoridades retiren una embarcación abandonada que les sirve de lobera artificial desde hace diez años, informaron entes portuarias.
"Catalina", que se hundió parcialmente en la Navidad de 1997, sirve de lugar de descanso sobre y bajo el agua a los mamíferos acuáticos y se ha convertido con el tiempo en uno de los atractivos turísticos de la zona.
La embarcación, de 91,98 metros de eslora y 15,88 de manga, será retirada a instancias de la Autoridad Portuaria Integral de Ensenada (API) porque frena el desarrollo de la terminal marítima.
El puerto, que pasó recientemente a hacerse cargo de "Catalina", consultó la maniobra con la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) y con una organización científica local.
La desaparición del barco no supondrá un problema para los animales, dijo a Efe el subgerente de Operaciones y Ecología de la API, Juan Carlos Vivanco, sino que permitirá restablecer sus ciclos de reproducción.
Según la entidad Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Ensenada (ICMME), los lobos tienen su hábitat natural en la zona marítima conocida como Punta Banda, a unos doce kilómetros del puerto de Ensenada, junto a las dos islas de Todos Santos.
Los machos vienen a descansar a la dársena de la localidad, mientras que las hembras se quedan junto a las islas, lo que ha hecho variar el ciclo reproductivo de los animales.
Vivanco adjudicó el mayor problema a los curiosos que se acercaban al lado este de la dársena para ver a los animales, que comparten "Catalina" para tomar el sol, mirar por las ventanas y retozar con gaviotas y pelícanos, también parte del ecosistema de Ensenada, uno de los principales destinos de cruceros de México.
"La especie se adapta muchísimo y usa grandes extensiones de terreno para descansar, se buscarán otra zona", explicó Joaquín de la Torre, de la oficina latinoamericana del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat.
El experto calificó a la población bajocaliforniana de lobos marinos como "muy sana" y afirmó que no cree que la retirada de "Catalina" tenga algún efecto sobre la comunidad animal, aunque la organización seguirá el caso.
La mayor amenaza para los mamíferos acuáticos de la zona son las redes de deriva utilizadas para la pesca, en las que corren el riesgo de quedar atrapados y asfixiarse.
El barco abandonado es estadounidense y fue utilizado originalmente para el transporte de pasajeros y en la Segunda Guerra Mundial para el traslado de tropas, según la API.
En la década de 1990 fue adquirido por un empresario que lo convirtió en un restaurante flotante, pero el negocio no resultó viable y se paralizó al cabo de un año.
La nave pasó a manos de los trabajadores, pero estos no volvieron a poner el local en marcha y "Catalina" quedó abandonada hasta su hundimiento.
Actualmente, gran parte de su casco corroído sobresale del agua y allí es donde los animales se reúnen para disfrutar del sol.
Hubo un intento frustrado de rescatarla por parte de una organización ecologista estadounidense, pero los fondos se agotaron a mitad del proceso.
La intención de la API es sacar una segunda licitación en septiembre -la primera, por quince millones de pesos (1,36 millones de dólares) quedó desierta- para encontrar una empresa que se encargue de extraer el barco del agua y desguazarlo.
"Para nosotros no tiene el valor histórico que pudiera tener para Estados Unidos, es un problema para el desarrollo del puerto", apuntó Vivanco.
"Catalina", que se hundió parcialmente en la Navidad de 1997, sirve de lugar de descanso sobre y bajo el agua a los mamíferos acuáticos y se ha convertido con el tiempo en uno de los atractivos turísticos de la zona.
La embarcación, de 91,98 metros de eslora y 15,88 de manga, será retirada a instancias de la Autoridad Portuaria Integral de Ensenada (API) porque frena el desarrollo de la terminal marítima.
El puerto, que pasó recientemente a hacerse cargo de "Catalina", consultó la maniobra con la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) y con una organización científica local.
La desaparición del barco no supondrá un problema para los animales, dijo a Efe el subgerente de Operaciones y Ecología de la API, Juan Carlos Vivanco, sino que permitirá restablecer sus ciclos de reproducción.
Según la entidad Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Ensenada (ICMME), los lobos tienen su hábitat natural en la zona marítima conocida como Punta Banda, a unos doce kilómetros del puerto de Ensenada, junto a las dos islas de Todos Santos.
Los machos vienen a descansar a la dársena de la localidad, mientras que las hembras se quedan junto a las islas, lo que ha hecho variar el ciclo reproductivo de los animales.
Vivanco adjudicó el mayor problema a los curiosos que se acercaban al lado este de la dársena para ver a los animales, que comparten "Catalina" para tomar el sol, mirar por las ventanas y retozar con gaviotas y pelícanos, también parte del ecosistema de Ensenada, uno de los principales destinos de cruceros de México.
"La especie se adapta muchísimo y usa grandes extensiones de terreno para descansar, se buscarán otra zona", explicó Joaquín de la Torre, de la oficina latinoamericana del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat.
El experto calificó a la población bajocaliforniana de lobos marinos como "muy sana" y afirmó que no cree que la retirada de "Catalina" tenga algún efecto sobre la comunidad animal, aunque la organización seguirá el caso.
La mayor amenaza para los mamíferos acuáticos de la zona son las redes de deriva utilizadas para la pesca, en las que corren el riesgo de quedar atrapados y asfixiarse.
El barco abandonado es estadounidense y fue utilizado originalmente para el transporte de pasajeros y en la Segunda Guerra Mundial para el traslado de tropas, según la API.
En la década de 1990 fue adquirido por un empresario que lo convirtió en un restaurante flotante, pero el negocio no resultó viable y se paralizó al cabo de un año.
La nave pasó a manos de los trabajadores, pero estos no volvieron a poner el local en marcha y "Catalina" quedó abandonada hasta su hundimiento.
Actualmente, gran parte de su casco corroído sobresale del agua y allí es donde los animales se reúnen para disfrutar del sol.
Hubo un intento frustrado de rescatarla por parte de una organización ecologista estadounidense, pero los fondos se agotaron a mitad del proceso.
La intención de la API es sacar una segunda licitación en septiembre -la primera, por quince millones de pesos (1,36 millones de dólares) quedó desierta- para encontrar una empresa que se encargue de extraer el barco del agua y desguazarlo.
"Para nosotros no tiene el valor histórico que pudiera tener para Estados Unidos, es un problema para el desarrollo del puerto", apuntó Vivanco.