"Tenemos que ganar y lograr el punto de bonus, pero tenemos que mantener la cabeza fría". Marcelo Loffreda, entrenador del seleccionado argentino de rugby, tiene una preocupación de cara al choque de mañana ante Georgia, en la que será su segunda presentación en el Mundial de Francia: que el exitismo por triunfo ante los locales no nuble a Los Pumas.

De conseguir superar al menos cuatro veces el ingoal georgiano, los albicelestes sumarían nueve puntos y el camino hacia los cuartos aparecería más sencillo.

Pero Loffreda advirtió del peligro que puede entrañar una selección sin nombre pero plagada de jugadores rodados en campeonatos importantes como el francés.

"Georgia es el equipo que tiene los mejores delanteros del grupo D. De los 30 seleccionados, 22 militan en las diferentes divisiones de Francia", señaló Loffreda, que se deshizo en halagos hacia sus rivales de mañana.

Convencido de la necesidad de aplacar la euforia que rodea al equipo tras la victoria contra Francia, el seleccionado ha dedicado las últimas horas a recordar a sus hombres la importancia de la concentración para corregir los errores cometidos en el encuentro inaugural.

"Tenemos que mejorar en el line. No tenemos mucho tiempo para trabajar sobre estos aspectos, pero ya hemos empezado a trabajar", aseguró.

Loffreda rechazó poner metas a un equipo que ya ha causado sensación en el Mundial. "Sólo pensamos en el próximo partido", insistió el técnico.

En cuanto a los quince jugadores que saltarán al césped de salida, el seleccionador señaló que habrá pocos cambios con respecto al primer encuentro, aunque algunos de los titulares que vencieron a Francia tendrán derecho a un merecido reposo.

Rodrigo Roncero, Juan Martín, Scelzo, Carlos Ignacio Fernández Lobbe y Horacio Agulla se quedarán en el banquillo porque no están "al cien por cien", mientras que la sustitución de Manuel Contepomi y Lucas Ostiglia responde a "motivos tácticos", según Loffreda.

Enfrente tendrán un equipo fresco, que todavía no ha debutado en el Mundial pero que aparece como un conjunto muy inferior a los Pumas.

Los Lelos, sobrenombre con el que se conoce a Georgia a causa de un deporte local de origen medieval muy parecido al rugby, disputan su segundo Mundial, competición en la que no han ganado nunca un partido.

El equipo que ha viajado a Francia es muy similar al que hace cuatro años jugó el primer Mundial en Australia y que no logró sumar ninguna victoria.

A ellos se han sumado algunos jóvenes formados en Francia y que han mejorado el aspecto técnico y táctico del equipo, principal laguna de un país joven y poco habituado a la alta competición internacional.