Conciliador. Ese fue el tono del discurso de Cristina Kirchner, cuando salió a festejar con su marido el inédito hecho de que él le pasará la banda presidecial a ella. Y venía frío, hasta que se emocionó: primero cuando asumió el lugar de ser la primera mujer electa para conducir los destinos de la Patria como una responsabilidad extra y después cuando agradeció al “presidente Kirchner, que con sus aciertos y errores ha demostrado que es un hombre comprometido con su país y con su pueblo”.

El resultado de la elección "lejos de colocarnos en alguna posición de privilegio, al contrario nos coloca en el lugar de mayor responsabilidad", afirmó en su discurso en el hotel Intercontinental como presidenta electa.

En el marco de la concertación que impulsó el presidente Kirchner, afirmó “Quiero convocar a todos los hombres y mujeres, a los que nos han votado y los que no lo han hecho, sin rencores, a los que tal vez pudieron agraviarnos. Queremos tenderles la mano porque es necesario reconstruir el tejido social e institucional”.

Cristina hizo una comparación de la Argentina de 2003 con la de hoy, en lo que fue un primer reconocimiento a su marido. “Al hombre que hoy me acompaña y que ha sido mi compañero de toda la vida le tocó asumir la Presidencia de la República en circunstancias muy diferentes”, recordó, y resaltó sus logros: “Hemos avanzado mucho, hemos crecido, reposicionado al país, libramos un combate sin tregua contra la pobreza y la desocupación”.

Fue entonces que lanzó una “convocatoria a toda la sociedad” para trabajar “con la misma responsabilidad con que abordamos el 25 de mayo de 2003 la reconstrucción de un país que parecía imposible”.

“Si pudimos hacer esto desde el 25 mayo de 2003, cómo no vamos a poder hacerlo ahora que somos más”, enfatizó, antes de reconocer el trabajo de Daniel Scioli en provincia de Buenos Aires.

A esa altura el Hotel Intercontinental era una verdadera fiesta. “Y ya lo ve, y ya lo ve, es la gloriosa Jotapé”, sonó desde un sector del público. “Saben que me conmueve, me recuerdan mucho al presidente y yo cuando éramos jóvenes”, fue la respuesta de Cristina. Esta noche de domingo esos dos muchachos que en los 70 caminaban los pasillos universitarios de La Plata vivían un sueño. No, no era americano, sino argentino.