A diferencia de lo que se creyó durante miles de años, los bebés dan señales de inteligencia desde los primeros días de nacimiento. Según acordaron varios especialistas a los pocos días de vida "muestran capacidades para desarrollar pensamiento abstracto como la causalidad y la intencionalidad, y hasta llegan a comprender una situación matemática".

Mariano Sigman, director del Laboratorio de Neurociencia Integrativa de la Facultad de Ciencia s Exactas y Naturales de la UBA, dijo que "este es uno de los más grandes cambios de paradigma de la historia de la ciencia contemporánea".

Para llegar a esta conclusión, los especialistas realizaron estudios sobre la permanencia de la mirada o registros del ritmo de succión del chupete y de la actividad eléctrica del cerebro, publicó este martes el diario La Nación.

"Uno de los experimentos clásicos es pasarles una grabación con voces que hablan en castellano y de repente empiezan a hablar en japonés, típicamente, se ve que los bebés se sorprenden mucho", explicó Sigman.

Otro de los estudios es el que hizo el investigador francés Jacques Mehler mostró que al nacer existen ciertos procesos perceptivos que funcionan con especificidad hacia el lenguaje. Por ejemplo distinguen si se les habla en su lengua natural o con frases invertidas.

Asimismo, la investigadora chilena Marcela Peña Garay, de la Pontíficial Universidad Católica de Santiago de Chile, sostuvo que los bebés tienen un aparato cognitivo que les permite identificar características importantes para la especie.

"Por ejemplo, aunque un bebé viva con un perro, no aprende a ladrar, y por más que escuche el timbre del teléfono celular, no reproduce estos sonidos, sino el lenguaje de sus padres o cuidadores", precisó la científica.

Otro de los trabajos que se publicó sobre el tema pertenece a la científica francesa Veronique Izard, que estudia la adquisición de los números y la geometría y pudo comprobar que recién nacidos de dos días discriminan la cantidad de sonidos que escuchan y los aparean con la misma cantidad de elementos de una imagen.

"Se les hacía escuchar AAAA y se les mostraban cartones con cuatro u ocho figuras de colores. Los bebés miraban durante más tiempo la imagen con una cantidad de figuras que coincidía con el número de sonidos que habían escuchado", precisa la publicación.

En definitiva, como afirma la investigadora de la Universidad de Berkeley Alison Gopnik, "los bebés son pequeños científicos. Son expertos en sacar mucho de muy poco. Los seres humanos desarrollamos un teoría sobre los dinosaurios a partir de unos huesos fósiles, construimos una teoría del universo a partir de registros de luez, tenemos una teoría de la evolución a partir de ciertos rasgos físicos, es decir, somos capaces de ir más allá de los datos. Somos máquinas que conceptualizamos y los somos desde que venimos al mundo".