Tras un extenso debate de más de siete horas, l a Cámara de Diputados aprobó el proyecto que impulsaba el oficialismo para reglamentar los Decretos de Necesidad y Urgencia, que ya tenía media sanción del Senado. De modo que la iniciativa ya es ley. Como se preveía, el oficialismo inclinó la balanza: la votación en la Cámara Baja terminó con 1 39 sufragios a favor y 82 en contra.

 

De acuerdo al proyecto, los decretos deberán ser revisados por la comisión (que estará integrada por 8 diputados y 8 senadores) que deberá expedirse sobre su validez de los DNU antes de pasar a ambas cámaras, las cuáles no tienen plazo para expedirse.

Por su parte, el Poder Ejecutivo, dentro de los diez días de dictado un decreto, lo someterá al tratamiento del Congreso y, en caso de que ello no ocurra, la comisión se abocará de oficio a su tratamiento con un plazo de diez días hábiles para dictaminar y elevar la norma al plenario de ambas Cámaras.

El proyecto establece además que, vencido el plazo sin que la Comisión Bicameral haya completado el trámite, las Cámaras se abocarán al "expreso e inmediato tratamiento" del decreto. El rechazo por ambas cámaras del Congreso del decreto de que se trate implica su derogación, quedando a salvo los derechos adquiridos durante su vigencia.

Se trata de una cuestión pendiente desde la reforma de 1994 que había establecido que el Poder Ejecutivo puede dictar DNU "cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por la Constitución para la sanción de leyes". Sin embargo, aclara que esa facultad no podrá ser ejercida por el Poder Ejecutivo cuando se trate de normas que regulen en materia penal, tributaria, electoral o el régimen de partidos políticos y obliga al Jefe de Gabinete a someter la medida a consideración de la comisión bicameral que se propone crear a través de este proyecto.