La discutida ley de talles, que obligará a las industrias textiles de la provincia a confeccionar sus prendas en todos los talles (especialmente los grandes, que hoy no están disponibles), logró finalmente media sanción en la cámara baja provincial.

 

La normativa, impulsada por la diputada Miriam Benítez (PPS), produjo el momento de su presentación una fuerte crítica por parte de los fabricantes de indumentaria de Santa Fe, quienes aseguraron que la medida iba a afectar al sector, que recién comienza a recuperarase tras la crisis de 2001.

 

Aunque parecida a la norma ya aprobada y reglamentada en Buenos Aires, el proyecto santafesino no focaliza en las chicas adolescentes: no hace distinción de sexo ni de edad.

 

La normativa propone que cada industria que respete las medidas antropométricas del segmento al que se dedique.