La empresa de viajes Catalina Parodi también sufrió los coletazos de las protestas llevadas a cabo en el puente Tancredo Neves, de la localidad de Puerto Iguazú. Es que las peripecias de un tour de esa compañía que viajó el domingo con ese destino todavía no terminaron y como si fuera poco la firma gastó en sólo una noche tres mil pesos para alojar y darle de comer a los turistas varados en la frontera.

 

Los integrantes de ese contingente tendrían que haber llegado entre las 5.30 y las 6.30 de la mañana de hoy pero sin embargo todavía están en medio de un periplo que les posibilite el regreso.

 

Todo comenzó cuando los pasajeros que habían contratado los servicios de Catalina Parodi llegaron a Foz Iguazú el domingo. Ahí, visitaron las cataratas, la Triple Frontera y el Eco Museo.

 

“Al día siguiente según el cronograma les tocaba cruzar del lado de las cataratas argentinas pero cuando tuvieron que emprender la vuelta se encontraron con el puente Tancredo Neves cortado”, explicó Carlos Roldán, titular de Catalina Parodi.

 

Esa noche se tuvo que alojar al contingente de unas 54 personas en un hotel de esa ciudad. Los planes de los turistas no sólo se veían alterados, también sufrió un impacto la caja de la empresa de viajes. “Sólo en esa noche tuvimos que desembolsar tres mil pesos en alojamiento y comida para todo el contingente”, señaló Roldán.

 

Los rosarinos habían viajado por cinco días y tres noches a las Cataratas sin embargo, desde ese momento el viaje se estiró pero no de manera placentera sino tortuosa. “Después de hacer noche en Puerto Iguazú conseguimos que crucen en lanchas de 12 o 15 pasajeros hasta Paraguay y después con una trafick lograron llegar al hotel que teníamos contratado del lado brasileño”, indicó Roldán.

 

Es que los turistas habían salido literalmente con lo puesto para hacer una excursión y a raíz del piquete, se encontraron con que sus prendas, valijas, dinero habían quedado en el hotel, es decir, del otro lado de la frontera.

 

“Sólo ayer se levantó el corte por una hora de un lado y del otro a causa del reclamo de un ciudadano estadounidense que llamó al consulado”, contó el titular de Catalina Parodi.

 

Aunque reconoció que el reclamo tanto por la tasa migratoria como porque se reconozca el mismo costo del combustible para argentinos y brasileños es válido, no dejó de remarcar que las pérdidas fueron grandes. “Tuvimos que alquilar colectivos y vehículos para que los pasajeros puedan llegar hasta el piquete y ahí poder subir a los que por fin los traerán a Rosario”, concluyó Roldán. Toda una pesadilla.