El emperador de Japón, Akihito, recibió este sábado una multitudinaria felicitación del pueblo japonés por su 73 cumpleaños en el tradicional saludo en el balcón del palacio imperial junto a los demás miembros de la familia real.

"Muchas gracias por vuestra felicitaciones. Espero que el próximo año sea para vosotros brillante y feliz", afirmó el monarca entre los gritos de "banzai" (larga vida o victoria, en japonés) y frente a un mar de "hinomaru" (bandera nacional).

Según los cálculos de la casa imperial, 16.400 personas se congregaron frente al edificio principal de la residencia de los emperadores, 2.400 más que el pasado año.

De los miembros de la familia imperial que aparecieron en el balcón, se destacó la presencia de la princesa Masako, esposa del príncipe heredero, Naruhito, puesto que se considera que aún se halla convaleciente de una depresión nerviosa.

Este es el segundo año en el que ha salido al balcón junto a su esposo y los emperadores, después de tres años ausente en esta celebración.

Pese a mostrar un aspecto saludable, la agencia de noticias japonesa Kyodo señaló que la princesa no se encuentra aún recuperada completamente puesto que sólo apareció en el balcón en dos de los tres saludos de la familia, y el pasado año sólo se mostró en una ocasión.

El emperador, que fue operado de un cáncer de próstata en enero de 2003, sigue recibiendo un terapia hormonal, y su salud es buena de acuerdo con el directorio de chambelanes, al agregar que todas las mañanas pasea por los jardines de palacio para mantenerse en forma.

Akihito accedió al trono en 1989, tras la muerte de su padre, Hirohito, y lleva casado 47 años con Michiko, de 72 años.

Este año ha sido muy especial para el emperador puesto que en el seno de la familia imperial ha nacido el primer varón tras más de cuatro décadas.

Su nuevo nieto, el príncipe Hisahito, descendiente del hijo menor del emperador, Akishino, y su esposa, Kiko, se ha convertido así en el tercero en la línea de sucesión al trono del crisantemo.

El primero es Naruhito, hijo mayor del emperador, y el segundo, el propio Akishino.

Con este nacimiento se aclara el futuro de la dinastía real más antigua del mundo, dado que justo antes de que se anunciara el embarazo de la princesa Kiko el Gobierno de Japón había puesto en marcha la reforma de la Ley de Sucesión para permitir a las mujeres reinar.

Fuente: EFE