La humildad, la simpleza, ser un grande entre los grandes, fueron las principales expresiones que empezaron a ganar terreno en el foro que abrió Rosario3.com con motivo de conocerse la noticia sobre el fallecimiento del escritor y humorista rosarino Roberto Fontanarrosa. El espacio que se abrió el jueves 19, en vísperas del Día del Amigo, también se colmó de saludos a un amigo más de todos los rosarinos: el Negro.

Rodrigo eligió repasar desde lo que le generó enterarse del triste episodio que apagó la vida de Fontanarrosa hasta el modo en que en su adolescencia se grabó a fuego la obra del Negro.

"La primera noticia que tuve cuando me desperté de la siesta fue que había muerto el Negro Fontanarrosa. El mensaje en el msn de mi mamá decía: «Habíamos amado tanto al Negro». Fue como sentir un rayo en el pecho: ¿qué duda podía caber que se trataba del Negro Fontanarrosa?", escribió Rodrigo. Y añadió: "Hay pocas cosas más triste que la muerte de la gente que hace reír. Uno trata de encontrarle un sentido a tanta desmesura, y se imagina para ellos una vida más linda en otro lado, en otro cielo. Tretas para disimular el abismo de tristeza que nos abraza; el Negro nos dejó un poquito más solos esta tarde".

En tanto, el mismo lector señaló más abajo que "quedan de él el recuerdo de sus primeros cuentos leídos en la adolescencia, las contratapas de Clarín que leía de rabillo mientras hacía el reparto de los diarios de Buenos Aires, la magia innata que tenía para retratar la pasión del fútbol, y un dibujo suyo de Inodoro Pereyra con su nombre, uno de los tesosos más preciados".

Por su parte, Erica también dejó su mensaje tras la pérdida del humorista. "Rosario perdió a un grande, de un canalla, de un maravilloso escritor y de una gran persona. Era sencillo y humilde, nunca mostraba su grandeza pues la tenia merecida. Gracias a el reímos un montón de veces y a él le debemos dichos momentos", señaló. Y agregó: "Me siento muy apenada, al Negro no lo conocía pero me hubiera encantado hacerlo, seguro hubiera sido unos de los orgullos mas grande para mi conocer a una persona así".

Y aunque el Negro fue un emblema indiscutido de la cultura local, el homenaje trascendió y llegó a los medios nacionales. Y aunque el llanto estuvo teñido por el azul y amarillo, del club de sus amores, no sólo los hinchas de Rosario Central lloraron la pérdida. Incluso no sólo los rosarinos se conmovieron con el suceso. "No soy rosarina, ni canalla. Vivo acá hace un par de años porque estoy estudiando pero de todas formas me quería sumar a esta despedida y destacar que sólo las buenas personas como el Negro pueden lograr que ni siquiera conociéndolo personalmente, uno los sienta como un amigo más. Parafraseando a otra compañera de este foro «una persona mas se suma a la inmoratlidad»".

En tanto, Cora opinó que sólo "a los grandes se los despide con aplausos y de pie". "Su vida, su talento, pero por sobre todo su humildad dejaron huellas en esta ciudad que no puede consolarse", concluyó.

Claro, como el Negro era de esos personajes con fama pero al alcance de la mano de la gente, no faltaron los que hablaron "del duelo en todos los bares de Rosario", de las anécdótas de quienes lo encontraban en la cancha o caminando por la peatonal.

Tal es el caso de Alejandro que en algún momento tuvo la oportunidad de conocerlo. "Hace unos 20 años, yo tenía 10, y jugaba al fútbol con mis amigos en la llamada placita de los locos, de Mazza y Maciel, ubicada junto a un terreno baldío donde una perra de la calle acostumbraba a parir de a 10 ó 12 cachorros. Ahí, tenía su estudio Fontanarrosa y nosotros le decíamos «el que dibuja». Con o sin su presencia nos permitía entrar en su jardín para saltar el tapial que daba al baldío, volver con los cachorros a su patio y alimentarlos, luego los devolvíamos o los ubicábamos con alguna familia", relató Alejandro.

Además, le agradeció al Negro por todos sus gestos, más allá de los aportes de su obra y su trabajo. "No fue uno más. No era normal. Gracias Negro. El Mundo se resiente, Argentina se enluta. Rosario te llora. Central ya te extraña", sintetizó Alejo.

La mayoría de los mensajes no dejaron de hacer referencia a la labor humorística del Negro, que en este caso en vez de arrancar sonrisas desprendió más de una lágrima."¡Qué lo parió! Siempre me hiciste reír y hoy lloro, porque siento que mi amigo me dejó. Estarás sentado en todas las mesas de todos los bares cuando brindemos por el Día del Amigo. ¡Cómo no nombrarte!", escribió Roxana.

Y alguien, por ahí, dejó colar, casi como una pizca de resignación, que quizás la partida del Negro tuvo que ver con que en otro sitio, que podría ser el cielo, hacía falta un poco de risa, humor y porque no cierta nobleza. "Dicen que Dios necesita de gente buena como él para poder ganar una que otra victoria allá arriba", imprimió alguien en el foro de Rosario3.com.