Tras una hora de reunión en Buenos Aires entre prefectos y gendarmes con sus respectivos nuevos jefes, recientemente designados por el Ministerio de Seguridad, no hubo acuerdo y la protesta de las fuerzas continuaba este miércoles a la noche. Se esperaba la llegada de funcionarios de la citada cartera, en medio de los reclamos salariales del sector.

El flamante titular de la Prefectura Naval, Luis Heiler, llegó escoltado por un nutrido grupo de seguridad al edificio del barrio porteño de Puerto Madero.

El encuentro no tuvo resultados positivos, según indicaron medios porteños. Por eso, se aguardaba la presencia de funcionarios del Ministerio que dirige Garré.

En Retiro, en el edificio Centinela, los gendarmes hicieron lo propio con el nuevo jefe, Enrique Zach, para continuar las negociaciones. Pero tampoco llegaron a una solución.

Cambios de raíz

Nilda Garré informó a la tarde el pase a retiro de 20 agentes que integraban las cúpulas de la Prefectura Naval y Gendarmería Nacional. Anunció además las nuevas autoridades de ambas fuerzas de seguridad y expresó que con la medida “queda así normalizada la situación”.

Sin embargo, las protestas siguieron, centradas en Capital Federal pero con apoyos de uniformados en ciudades del interior, como Rosario, donde había movilizaciones.

En la ciudad, donde los servicios no estaban interrumpidos, diferenciaron la protesta en dos grandes grupos, quienes reclaman por la rebaja de salarios a partir de un decreto nacional (situación que el propio gobierno ya dijo que será corregida) y por el otro el bajo sueldo que perciben quienes ingresan a la fuerza: de 3.400 pesos limpios después de los descuentos.

El gobierno nacional anunció la suspensión al menos por un mes del decreto que derivó en el recorte salarial a efectivos de Prefectura y Gendarmería. Pero la primera reacción no fue la esperada.