Este jueves finalizó la prohibición de la pesca comercial en la provincia pero sigue vigente la suspensión de las exportaciones de pescados de río. Esta situación pone límites a la capacidad comercial de los 2467 pesacadores inscriptos en el Sindicato de Pescadores ya que sólo podrán vender en el mercado interno y las empresas que exportan pescado, al permanecer inhabilitadas para estas operaciones, disminuirán su compra.

El titular del Sindicato de Pescadores, Juan Carlos Billareal sistuvo en entrevista con Rosario3.com: "El 7 de febrero tendremos una reunión con el el subsecretario de Comunas, Gabriel Gasparutti y el de Recursos Naturales y Pesca, Alejandro Larriera y le vamos a negociar un pago de 860 pesos hasta mayo. Nosotros no queremos limosna , queremos trabajar, pero si no podemos trabajar no tenemos otra opción", explicó.

"La suspensión de las exportaciones nos perjudica rotundamente por eso decimos que si vienen los frigoríficos y nos piden pescado para refrigerar, se lo vamos a vender", aseguró y agregó: "Esta ley es sólo un parche, entre enero y mayo se van a gastar 3 milones de pesos a favor de los trabajadores y nos parece bien pero se podría arreglar de otra manera, por ejemplo cumpliendo con la ordenanza. Nosotros exigimos la construcción de puertos fiscales, un mercado de concentración del pescado y muelles flotantes que puedan ser contrlados y fiscalizados".

Balance de la veda: los subsidios en el haber

Este jueves terminó la veda pesquera que decretó la provincia sobre los ríos de la región. Si bien funcionarios provinciales y representantes del sindicato que reúne a los pescadores se mostraron conformes con la medida, hubo lógicas divergencias a la hora de hablar de los subsidios que recibían quienes no podían trabajar durante los 90 días que duró la prohibición.

El gremio presentó, a la hora de armar los listados, una nómina de 2.447 afiliados que reconoció como "los verdaderos pescadores". Sin embargo, según los gremialistas, el gobierno abrió el padrón e inscribió a más personas. "En lugar de sacarle gente al río le ponemos más. Así termina siendo una empresa de colocación de trabajo", se quejó, y reiteró que

"El pago de los subsidios fue complicado porque se trata de una actividad irregular, donde todos trabajan por cuenta propia. En esa situación hubo que enfrentar el pago un poco en función de lo que informaban los presidentes de comuna, los intendentes de las localidades ribereñas y la información que aportó, eventualmente, el llamado sindicato de pescadores", sostuvo Larriera a medios de la capital provincial.