Las alegrías para un país futbolero como la Argentina siguen llegando de la mano de los pibes. El seleccionado nacional sub 20 se consagró nuevamente campeón del mundo en el torneo que se jugó en Canadá y alcanzó así el título por sexta vez en su historia, al derrotar en la final a República Checa por 2-1.

El conjunto que dirige Hugo Tocalli supo dar vuelta un partido que comenzó perdiendo y con goles de los dos jugadores sobre quienes estaban puestas las mayores expectativas antes del torneo, Sergio Agüero y Mauro Zárate, ganó un difícil partido y defendió el campeonato obtenido en 2005 en Holanda de la mano de Lionel Messi y compañía.

Argentina salió a la cancha con la idea de imponerse de entrada, pero los checos cortaban el juego con reiteradas faltas, algunas que pudieron haber significado la expulsión pero que no fueron correctamente penadas por el árbitro español Alberto Undiano Mallenco.

Como ocurrió en el debut de ambos conjuntos en el certamen, cuando se enfrentaron en primera ronda, los de Tocalli se encontraron con un rival bien parado atrás, al que era casi imposible entrarle, pero que esta vez también atacaba con peligro ante una dubitativa defensa albiceleste.

Si bien Argentina tuvo algunas situaciones de riesgo de la mano de Maximiliano Moralez, la más clara del primer tiempo fue para la selección europea, que acabó con un tiro en el palo del arco de Sergio Romero.

En el complemento el partido se planteó de manera similar y hubo llegadas a los dos arcos, pero fueron los checos los que encontraron primero el gol en los pies de Fenin, que definió de media vuelta en el área, a los 14 minutos.

Parecía un duro golpe para Argentina, pero se los pibes se sobrepusieron rápido y salieron a buscar el empate sin perder tiempo pero también sin desesperarse. Y la igualdad llegó dos minutos después, cuando Agüero recibió una perfecta habilitación de Ever Banega y se fue solo hacia el arco, definiendo al primer palo ante la salida del arquero.

Y ahí nomás, a buscar la victoria. El equipo dominaba más que nunca en el partido y la defensa checa sufría. Un tiro desde afuera de Banega se fue apenas arriba y un remate de Moralez en el área fue bien resuelto por el arquero.

Ambas jugadas antecedieron lo que pasó a los 41, cuando el partido ya se preparaba para el alargue, momento en que Zárate tomó la pelota en el área e hizo lo que mejor sabe: la mandó al fondo de la red, con un tiro fuerte y rasante, para desatar la locura argentina.

Había que aguantar y se aguantó. El árbitro marcó el final y el festejo se apoderó de los chicos argentinos, que son hexacampeones del mundo sub 20 y ratifican el trabajo de un cuerpo técnico acostumbrado a formar equipos ganadores.

Síntesis

Argentina: Sergio Romero; Gabriel Mercado o Leonardo Sigali, Federico Fazio, Mercado o Emiliano Insúa e Insúa o Germán Voboril; Maximiliano Moralez, Ever Banega, Matías Sánchez y Pablo Piatti; Sergio Agüero y Mauro Zárate o Lautaro Acosta. DT: Hugo Tocalli.

República Checa: Radek Petr; Jakub Dohnalek, Ondrej Mazuch, Jan Simunek y Lukas Kuban; Marcel Gecov, Marek Suchy, Ondrej Kudela y Tomas Micola; Marek Strestik y Martin Fenin. DT: Miroslav Soukup.

Estadio: National Soccer Stadium (Toronto)

Árbitro: Alberto Undiano Mallenco (España)