Nadie quiso perderse el debut de la selección nacional en el Mundial y muchos bares de la ciudad se vieron colmados por rosarinos y visitantes que sufrieron y celebraron la victoria por 2 a 1 frente a Bosnia.

La ansiedad por ver al equipo de Sabella fue creciendo desde las primeras horas del domingo y a partir del mediodía, y aprovechando la celebración por el Día del Padre, muchos se acercaron a los bares y restaurantes para hacer la previa, y algunos esperaron en sus mesas para la presentación de Argentina.

Cerca de la hora del partido, decenas de hinchas se fueron congregando en los diferentes locales para alentar y cantar por el equipo. Uno de los puntos de encuentro fue el bar ubicado en Pellegrini y Paraguay, donde la pasión se hizo sentir con fuerza.

Grupos de amigos, familias enteras y personas de todas las edades enfrentaron al frío de la tarde y se movilizaron para mirar el partido jugado en el Maracaná de Río de Janeiro.

ALIENTO ARGENTINO EN LOS BARES

Tal fue el caso de Lucas, que vino con su mujer y sus dos hijos a ver el encuentro, todos vestidos de píe a cabeza de celeste y blanco.

“Desde la semana pasada reservamos una mesa para festejar el Día del Padre, y mirar el partido”, dijo el hombre que se trajo a todo la familia y disfrutó la victoria.

El primer gol llegó rápido y desató la alegría y calmó la ansiedad de los hinchas. “Volveremos a ser campeones como en el 86”, se animaban a cantar algunos.

Pero el rendimiento del equipo de Sabella por momentos no lograba contagiar a los hinchas que se quedaron en Rosario y el descuento de Bosnia logró acelerar el corazón a más de uno.

Los gritos de ansiedad ante cada ataque de Argentina, tal como si fuera la cancha, y los goles, que se gritaron con mucha pasión, generaron un microclima en el bar que puso la piel de gallina a muchos. 

Finalmente, la victoria llegó, y pesar de no hacer un gran partido, la hinchada estuvo presente y celebró mesuradamente la victoria albicelete.

Messi, el favorito

Como si fuese el propio Maracaná, cada vez que Leo tocaba la pelota se generaba un murmullo anticipando la genialidad que estuviese por venir. Y ante cada pase o jugada del crack rosarino, la ovación no se hacía esperar.

Las camisetas de Leo predominaron en la mayoría de los hinchas y sin dudas es el elegido por la gente.

Argentina dio el primer paso y fue celebrada como tal. A pesar de no brindar un buen juego, la ilusión por ganar el Mundial sigue intacta, y así lo demostró la gente en el grito final de victoria.