Los sepelios ecológicos ganan rápidamente terreno en el Reino Unido, según publica hoy The Daily Telegraph, que cita a directores de funerarias en el país. Según el periódico, son especialmente populares los entierros en medio del bosque, en los que los cadáveres se introducen en féretros biodegradables, de papel, madera de sauce o bambú y que se sepultan luego junto a un grupo de árboles. La tumba se recubre luego de flores y arbustos de forma que el cuerpo termine absorbido por la madera. Según Mike Jarvis, de la funeraria Natural Death Centre (Centro para una Muerte Natural), ese tipo de entierros registra un crecimiento exponencial, mucho más rápido que el de los crematorios hace cien años. Parte de su atractivo estriba en que los funerales convencionales son cada vez más caros: el costo medio ha aumentado en un 61 por ciento desde el año 2000 y es ahora de unos 4.800 euros (más de 5 mil dólares) En ese período de tiempo, la Somerset Willow Company, que fabrica ataúdes con mimbres, ha aumentado su producción desde uno al mes hasta veinte por semana. Con todo, los sepelios ecológicos están aún muy lejos de alcanzar la popularidad de las cremaciones: se calcula que de aquí al año 2010, los primeros representarán un diez por ciento del total frente a un 70 por ciento de personas que optan actualmente por la incineración. El primer terreno destinado a ese tipo de sepelios se inauguró en mayo de 1993, cuatro años más tarde había ya cincuenta y dos, y actualmente son 214 repartidos por todo el Reino Unido. La mitad de esos terrenos son propiedad de los respectivos ayuntamientos mientras que el resto son gestionados por empresas privadas. Según Mike Jarvis, "las personas nacidas entre 1946 y 1964 son la primera generación interesada en temas medioambientales, y han alcanzado una edad en la que están enterrando a sus padres o a sus cónyuges". "La cremación tiene ventajas ecológicas, pero produce contaminación tóxica, sobre todo en forma de emisiones de mercurio", agrega el director del Natural Death Center. La mayoría de los entierros que organizan esa y otras funerarias especializadas son para personas que creen en algún tipo de espiritualidad, pero no en una religión establecida. "El entierro en medio del campo hace sentir a los familiares que la pérdida personal que experimentan forma parte de un ciclo más amplio de regeneración", explica a su vez al periódico Rosie Grant, fundadora de la funeraria Natural Endings.