Los tacheros rosarinos ya empiezan a hablar de aumento en la tarifa, para compensar la suba en los costos de mantenimiento del vehículo que deben afrontar para estar acorde con las exigencias planteadas por la secretaría de Servicios Públicos.

A cuatro meses de la entrada en vigencia de la nueva tarifa que fijó la bajada de bandera en 2,20 pesos (más 70 centavos por el servicio de radiollamada) y 12 centavos la ficha, los taxistas de Rosario evalúan los efectos de aquel aumento y dicen que la inflación de la canasta familiar los afecta a ellos tanto como al resto de los trabajadores.

En Capital Federal, la legislatura porteña ratificó un nuevo aumento del 20 por ciento para los taxis que podría comenzar a regir desde octubre y llevará la bajada de bandera de los 2,60 pesos actuales a 3,10 pesos, y la ficha de 0,26 a 0,31 peso.

“No sé si acá debería subir un 20 por ciento porque eso nos haría mermar el trabajo, pero estamos preocupados porque todo aumentó, en especial los repuestos que en los últimos tres meses subieron casi un 50 por ciento”, señaló Francisco Baez, de la Asociación Conductores de Taxis de Rosario, a Rosario3.com.

Los conductores coinciden en que a partir del último aumento, la recaudación diaria se mantuvo en los mismos niveles, pero disminuyeron los viajes, sobre todo entre el 15 y el 30 de cada mes.

“No tenemos que olvidarnos de que la tarifa que se pedía en abril, antes de que se aprobara el valor actual era superior. Pedíamos 2,60 pesos para la bajada de bandera y 0,25 peso la ficha, es decir que ya arrancamos atrasados con la actualización”, aseguró Osvaldo Fernández, tachero con más de 20 años de antigüedad.

La causa fundamental del pedido de un nuevo aumento radica en la suba de algunos rubros fijos como la revisión técnica que pasó de 6,30 pesos a 36 pesos para los taxis, la desinfección que trepó de 21 pesos a 44 (ambas se pagan en forma semestral) y la patente que desde hace tres años agregó una quinta cuota también para ellos.

A esto se agrega el valor del seguro que para 4 personas transportadas ronda los 180 pesos, más ingresos brutos y el pago del monotributo y el alquiler de la cochera, en caso de que no tengan un lugar donde guardar el auto.

Todos aseguran que deberían subir las tarifas para poder cubrir los gastos con comodidad y además vivir bien, pero al mismo tiempo temen que un nuevo incremento repercuta negativamente en el público y disminuya aún más la cantidad de pasajes, “desde ya afectada –afirmaron– por la incorporación de las 500 nuevas licencias aprobadas por la Municipalidad”.