Una investigación encabezada por Fred Turek, de la Universidad Northwestern, apunta a una vinculación clara entre los trastornos del llamado ritmo o ciclo circadiano y la fisiología reproductiva en las mujeres.

El ritmo circadiano es el período de aproximadamente 24 horas influido por la luz solar sobre el cual opera todo el ciclo biológico del cuerpo humano u otros seres vivos.

Este ritmo regula tanto los ritmos fisiológicos del cuerpo como los ritmos psicológicos con influencia, por ejemplo, en la digestión, el estado de vigilia, el crecimiento y la renovación de las células, o la subida o bajada de la temperatura.

Otros estudios epidemiológicos ya han mostrado que las mujeres que trabajan en turnos nocturnos, como las enfermeras, o las que viajan largas distancias, como las azafatas, tienen problemas menstruales y dificultades reproductivas.

Turek y sus colegas en el Centro para Biología Circadiana y el Sueño, perteneciente al Colegio de Artes y Ciencias de Northwestern, son los primeros investigadores que han demostrado que si se trastorna ambientalmente el ciclo circadiano en ratonas, con cambios repetidos en sus ciclos de luz y oscuridad, aparecen problemas de embarazo.

Los efectos pueden ser enormes: los investigadores encontraron pruebas que indican que el grado de trastorno circadiano puede conectarse con el grado de trastorno en el embarazo.

Las ratonas sujetas a adelantos en el ciclo de luz y oscuridad fueron las que tuvieron los trastornos mayores en el reloj circadiano y las que tuvieron menos embarazos. En este grupo de animales de laboratorio la tasa de embarazos a término fue de apenas el 22 por ciento.

"Nuestros resultados tienen implicaciones importantes para la salud reproductiva de las mujeres que trabajan en turnos de noche, las mujeres que padecen trastornos del sueño y las mujeres cuyo ciclo circadiano está alterado por alguna otra razón", dijo Turek.

Keith Summa, autor del artículo y uno de los investigadores en el laboratorio de Turek, señaló que "si se alteran los ritmos internos habrá consecuencias negativas, y eso es bien claro".

"Nuestras conclusiones indican que las personas deben considerar sus ritmos biológicos para tener una salud óptima", añadió.

Fuente: EFE