Antonio Casciola, titular de la Cámara de Repuesteros de Rosario, aclaró que esa entidad no está en contra de la ley de desarmaderos que está a punto de entrar en vigencia, como informó este medio. En rigor, quien cuestiona la norma es la Cámara de Desarmaderos, que incluye también a repuesteros que venden productos usados y perdió una batalla judicial para detener la entrada en vigencia de la ley, a la que consideran una amenaza para su continuidad laboral.

La norma (ley 25.761) entrará en vigencia el 30 de noviembre y establece un listado de 30 repuestos que van a poder comercializarse usados. En otras palabras, los desarmaderos deberán destruir las piezas que no estén en la lista para evitar la reventa, salvo que certifiquen, mediante un procedimiento establecido por el Ministerio de Justicia, que no provienen de coches robados.

Casciola –en cuya cámara reportan en su mayoría negocios que venden respuestos nuevos– dijo estar a favor de la norma y aseguró, en declaraciones a Radio 2, que es falso que sólo se van a poder vender 30 productos usados. Los podrán vender siempre y cuando tengan la identificación que certifica que no son mal habidos, explicó.

"El resto de los repuestos se van a poder vender con excepción de lo que son piezas de seguridad, como por ejemplo parte de frenos", abundó.

No piensa igual que Casciola otro sector que opera en el ramo, la cámara que nuclea a desarmaderos y vendedores de repuestos usados, que había presentado una medida cautelar ante la Justicia Federal para evitar que la norma entrara en vigencia, pero fue rechazada. 

Aunque el espíritu de la ley es combatir el robo de autos “en vez de combatir el robo combaten la comercialización del repuesto”, se quejó Rodrigo Guidi, abogado de la Cámara de Desarmaderos, quien adelantó que "37 comercios ubicados en calle San Martín, con 4 ó 5 empleados cada uno, están en riesgo de cerrar sus puertas".

La ley en cuestión se sancionó hace tres años para crear un “régimen legal para todas las personas físicas o jurídicas que procedan al desarmado de un automotor de su propiedad o de un tercero, y para aquellas cuya
actividad principal, secundaria o accesoria, sea la comercialización de repuestos usados para automotores”.

Esta norma fue reglamentada por decreto 744/2004 y complementada por otras disposiciones del Ministerio de Justicia, dirigidas especialmente a los Registros del Automotor. Entre ellas, la Resolución 1280/2006 y
la Disposición 489/2006.

La idea fue crear un Registro Único de Desarmaderos de Automóviles y Actividades Conexas y también un sistema de identificación de las autopartes extraídas de los vehículos desguazados en los desarmaderos.

Para ello el Ministerio de Justicia diseñó un sticker que deberán colocar los desarmaderos para certificar que se trata de piezas bien habidas.

Los que defienden la aplicación sostiene que "es evidente que el trámite burocrático no es simple, cuesta tiempo y
dinero, pero tiende a transparentar una actividad que tiene muchos puntos oscuros".