El grupo de trabajo social del padre Edgardo Montaldo en el barrio Ludueña corre peligro y por eso distintas organizaciones del barrio del noroeste rosarino reaccionaron. A la enfermedad que padece el sacerdote, que lo alejó de la Vícaría Sagrado Corazón en los últimos meses, se sumó hace dos semanas el despido de la mano derecha de Montaldo, Mari Suárez, por parte de la Institución Salesiana. La Intersectorial de Ludueña comenzó a juntar firmas para revertir esa medida y la repudió por “arbitraria y violenta”.

María del Carmen Suárez realiza labores sociales hace más de 28 años en ese lugar donde, entre otros, desempeñó su militancia Claudio Pocho Lepratti, asesinado en diciembre de 2001. Forma parte del grupo Desde el Pie y coordina tareas de articulación con centros de salud, abordaje de temas sensibles como violencia de género, abusos sexuales y educación sexual.

Sus cargos formales fueron celadora del comedor de la escuela primaria 1027 Luis Mora de Olguín y el año pasado fue nombrada como auxiliar docente del jardín 1427 Belén; ambos de Ludueña. Las autoridades de la institución religiosa le exigieron que renuncie a su cargo más antiguo y ella lo hizo en diciembre de 2011, cuando debió pedirse una licencia por enfermdad.

Pero la sorpresa a todo el grupo de trabajo fue cuando el primer lunes de este mes fue despedida del cargo que le quedaba en pie mediante un telegrama. El argumento: exceso de la licencia paga. Lo curioso es que quien otorgó ese beneficio fue Salud Laboral, ya que entre otras cosas Suárez fue operada este año.

Casi 30 años de reconocido trabajo social quedaron entonces en peligro. Sin Montaldo y sin su mano derecha en el barrio, la articulación con las ONG del barrio -muchas no religiosas- podría caerse.

Por lo pronto, Montaldo regresó la semana pasada a la Vicaría de Puelches y Casilda. Dejó la internación en un Seminario de Funes de los salesianos en donde buscaba recuperarse de una larga enfermedad y regresó a su puesto, el mismo en donde libró mil batallas contra injusticias y desigualdades sociales.

Además este sábado a las 16 la Intersectorial convocó a un encuentro para analizar la situación y los pasos a seguir que se realizará en el Comedor Betania, en Pasaje Puelche y Casilda.

Montaldo fue homenajeado por el Concejo en noviembre de 2008. En aquella oportunidad se destacó “la importancia que ha alcanzado en la ciudad de Rosario la tarea social, solidaria y pastoral desarrollada por el Padre Edgardo Montaldo”. Bueno sería, entonces, proteger la continuidad de esa labor.

El comunicado

“Consideramos que esta medida afectará el trabajo comunitario que venimos realizando hace años todas las instituciones barriales nucleadas en esta red. Nos preocupa la continuidad de la Organización Grupo Desde el Pie, institución que promueve los derechos de la niñez, mujeres y familias”, manifestó la Intersectorial del Barrio Ludueña, que difundió un comunicado para denunciar la situación y juntar firmas. Lo propio ocurre en otros puntos como en la Facultad de Humanidades.

El texto sigue: “Desde 1996, el grupo Desde el Pie trabaja en la prevención y tratamiento de la violencia familiar, el maltrato y el abuso sexual infantil. Desde el Pie funciona en la sede de la Vicaría Sagrado Corazón de barrio Ludueña, en la esquina de Puelches y Casilda, espacio en el que se realizan talleres de reflexión con mujeres (grupos de ayuda mutua); con niños (donde lo lúdico habilita la palabra) y de expresión artística desde una perspectiva de salud–arte.

"Además, Desde el Pie brinda atención psicológica a hombres y mujeres en espacios diferenciados, participa en campañas de sensibilización y desnaturalización de la violencia, brinda contención y acompañamiento en situaciones de riesgo y articula su trabajo con los equipos de profesionales y organizaciones comunitarias de la zona.

“Mari es una referente fundamental en el barrio, indispensable para poder afrontar las graves situaciones sociales que se abordan interinstitucionalmente. Los abajo firmantes solicitamos la reincorporación de la compañera a su espacio de trabajo, garantizando sus derechos laborales adquiridos”.