Sinopsis

Pocos saben que el Luna Park nació a comienzos del 1900, donde hoy se levanta el Obelisco, cuando el boxeo era un juego prohibido de la elite porteña. Aquel baldío se convertiría en el mítico estadio de Corrientes y el bajo, hasta el día de hoy corazón del deporte, el espectáculo, la política y la vida social argentina. Creación de inmigrantes, terminó en manos de la Iglesia católica después de que un acuerdo secreto saldara la disputa por una herencia millonaria.

Guido Carelli Lynch y Juan Manuel Bordón relatan con destreza la vida del Palacio, inseparable de la de sus habitantes: desde Firpo y Gatica hasta la figura capital de Tito Lectoure -con quien nacen y mueren otros ídolos del boxeo como Locche, Accavallo, Bonavena o Monzón-, el vóley, el básquet, las bochas y las carreras de bicicleta. En el Luna se baila, se patina sobre hielo y hasta una Momia combate en el ring con Martín Karadagián.

De sus vigas colgaron banderas nazis, gigantografías de Stalin y los carteles de todos los partidos políticos. En la misma sala donde se lloró a Carlos Gardel, se conocieron Juan Perón y Eva Duarte, habló el papa Juan Pablo II y Diego Maradona festejó su casamiento. En el escenario donde Sui Generis hizo su despedida, actuaron Rodrigo y Frank Sinatra. Y en sus gradas gritan, sufren, cantan generaciones de argentinos.