Mafalda se sumó a las manifestaciones contra Silvio Berlusconi por su machismo y maltrato a las mujeres. La niña de firmes convicciones no dudó en señalarle al premier italiano, lo que dejó plasmado a lo largo de su vida de historieta: los derechos de las mujeres a la igualdad con los varones. Y lo hizo con ironía, fiel a su estilo: "No soy una mujer a su disposición", le dijo. La frase se ha multiplicado en miles de camisetas, gorros y hasta manteles que se venden por todos lados.

Con esa fórmula, la niña repitió la respuesta que le dio la dirigente opositora del centroizquierda y militante católica Rosy Bindi a Berlusconi, quien la ofendió diciéndole en un debate por televisión: "Usted es más bella que inteligente. No me interesa lo que dice". "No soy una mujer a su disposición", le respondió la diputada opositora con la voz rota y la cara pálida por la indignación.

Quino, el creador del personaje, envió un dibujo al diario La Repubblica, que lo publica un una nota sobre una protesta que se convirtió en un caso internacional.

Ayer llegaron a 10 mil las mujeres que, ofendidas, repudiaron al premier Silvio Berlusconi. Y la última adhesión, de una muy joven argentina, ha causado sensación. Mafalda le dice al primer ministro italiano: "No soy una mujer a su disposición".

Quino, el inventor de Mafalda, envió el dibujo al diario La Repubblica, que lo publica grande en una doble página dedicada a una protesta que se ha convertido en un caso internacional, señala una nota publicada hoy por el diario Clarín.

Nadie se imaginaba que en dos semanas la reacción iba a ser tan fuerte y extendida. El diario irlandés Iris Times comentó que Berlusconi "despertó el dragón dormido del feminismo italiano", que se veía poco en los últimos veinte años.

Las protestas son cada vez más fuertes y muchas mujeres hasta le toman el pelo al primer ministro. Varias chicas mostraron en una foto un cartel en el que le informaban a Berlusconi: "No sos George Clooney".

La frase "no soy una mujer a su disposición" se ha multiplicado en miles de camisetas, gorros y hasta manteles que se venden por todos lados.

Hace una semana, viendo como crecía la ola femenina contra él, Berlusconi le pidió disculpas a Rosy Bindi aclarando que solo "le dije un chiste de largo consumo". La dirigente de centroizquierda se negó a aceptar las excusas. "Esas no son disculpas, agravan aún más la situación. Eso del ’largo consumo’ es como decir que todos piensan lo mismo".

Berlusconi consiguió así e involuntariamente hacer explotar la popularidad de Bindi, ex ministro de Salud Pública en los gobiernos de "sinistra". Ahora a donde va Rosy recibe besos y abrazos, felicitaciones y expresiones de solidaridad, especialmente en el mundo católico, el cual ha frecuentado toda su vida.

Fuente: Télam