Estados Unidos tiene que crear 150 mil empleos al mes sólo para seguir el ritmo del aumento de población. Pero durante mayo sólo se crearon 75 mil nuevos puestos, según datos del Departamento de Trabajo norteamericano. Los mercados reaccionaron en forma inmediata con una suba de los bonos y una caída del dólar, ante la perspectiva de que la debilidad del mercado laboral lleve a la Reserva Federal a no elevar las tasas de interés en su reunión de finales de junio. Los datos de empleo publicados hoy parecen demostrar que la Reserva Federal tenía razón al prever una ralentización de la economía norteamericana, aunque ésta llegó antes de lo esperado. Aunque parece paradójico, no es inusual que en un mes de debilidad en el mercado laboral caiga también la tasa de desempleo, pues el Departamento de Trabajo de Estados Unidos no contabiliza como desocupadas a las personas que están desilusionadas y que no han buscado trabajo en las últimas cuatro semanas. La noticia fue inmediatamente aprovechada por la oposición. La líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo: "El informe de hoy confirma que la economía de George Bush va en la dirección equivocada para millones de familias estadounidenses, que tienen dificultades para llegar a fin de mes". A juicio de Jared Bernstein, del Instituto de Política Económica, los datos publicados hoy deberían convencer a la Reserva de que es mejor parar su ciclo de ajustes monetarios "para evitar echar agua a un fuego que está mostrando señales preocupantes de que calienta cada vez menos". No obstante, a otros expertos les inquieta más el alto valor de la energía y sus efectos en la inflación, por lo que preferirían una subida de las tasas en junio.