Unicef dio a conocer la semana pasada una campaña de sensibilización para combatir la violencia contra los niños y niñas. Según el relevamiento realizado entre 2005 y 2016, 7 de cada 10 pequeños de entre 2 y 4 años sufren castigos físicos y maltrato psicológico en sus casas. En algunas provincias de nuestro país se detectaron casos de pequeños a los que les sumergen la cabeza en el agua o los hacen arrodillar en maíz o arroz.

Entrevistada por el periodista Alberto Lotuf (A Diario, Radio 2), la licenciada en Psicología y especialista en violencia en infancia y adolescencia, Sonia Almada, explicó que en el instituto en el que trabaja ve "diariamente" casos de castigos a nenes. "Un informe que nosotros hicimos en 2013 arrojó como resultado que el 72 por ciento de los chicos sufrió castigos físicos. Son humillados, reciben insultos y los tratan de manera inadecuada. Les exigen que tengan comportamientos por fuera de su etapa de desarrollo", comentó.

"Hay generaciones enteras de golpes e insultos. Siempre pongo el mismo ejemplo: si un jefe se enoja con un empleado no lo insulta o le pega. Va a buscar algún tipo de sanción. Eso es porque culturamente está instaurado que está mal. Eso no sucede con los niños. Ocurre que está bien visto en algunos lugares maltratar a un niño", agregó.

La especialista señaló también el maltrato infantil está relacionado a la "forma violenta de comunicar" de la sociedad. "Se ve en la violencia hacia las mujeres, que ahora hay un movimiento de defensa en contra. Sin embargo, los niños son los más rezagados con respecto a las políticas públicas, está más invisibilizado. Este informe de Unicef nos permite hablar del flagelo", sostuvo.

"Hay padres que piensan al nene como un objeto. Y eso se vuelve un círculo de violencia, porque quien sufre después va a disciplinar o educar de esa manera. Porque el castigo te violenta el cuerpo y el alma; tiene consecuencias físicas y psíquicas para toda la vida. Hay una crueldad aumentada con los nenes y un individualismo muy alto en los adultos", concluyó.

Almada enfatizó que en algunas provincias de Argentina se siguen detectando casos de castigos a nenes, a los que les hacen el "submarino" –se maniata a la persona y se le sumerge la cabeza en un tanque con agua– o los obligan a arrodillarse durante minutos sobre maíz o arroz.