Hombre deseado por el ellos y ellas, Sergio Maravilla Martínez se sentó en el banquillo de Duro de domar y accedió a hablar de todo, o casi. El campeón mundial de peso mediano, cuya sexualidad ha sido tema de conversación, dijo que no tendría problemas es asumir su homosexualidad.
Si bien no avanzó sobre sus gustos -está claro que Susana Giménez no es su tipo- explicó que “de ninguna manera” tendría problemas en decirlo públicamente. “He pedido comida en la puerta de una iglesia, así que si lo fuera no tendría problemas, con todas las que pasé", completó.
Al ser consultado por su posible desembarco en política, no dio detalles de ofertas, pero no lo desestimó: “No podría descartarlo. Esa es una de las cosas que me gustan, como escribir, como conducir un programa de televisión".
Sobre su paso por Bailando por un sueño, el deportista aseguró: "Me dio 45 puntos de rating, un estadio lleno de personas que aguantaron la lluvia para verme. Era la exposición que necesitaba en ese momento. Fue muy bueno lo que logré por estar en ese programa".
También hubo tiempo para el boxeo. Martínez admitió que con Murray no tuvo la pelea “soñada”. “A pesar de que fue cerrada, la rodilla me abandonó, se me rompió la mano otra vez y a él le tendrían que haber descontado puntos. Quedó claro que le quedó grande la pelea por el título, en los dos últimos rounds tendría que haberla cerrado", explicó.