A causa de diversos factores socioeconómicos, en las naciones industrializadas, muchas mujeres están retrasando el momento de tener hijos hasta bien entrada la treintena o cerca incluso de cumplir los cuarenta, lo cual se acerca bastante al límite del periodo de la vida en que una mujer suele ser fértil. Algunas de estas mujeres que retrasan la maternidad tienen una fertilidad menor para cuando tratan de tener hijos, pero eso es algo que, al menos hasta ahora, no podían saber de antemano.

Las pruebas para detectar la cantidad de óvulos en maduración en los ovarios y los niveles de hormonas reproductivas puede dar buenos indicios sobre la fertilidad, pero las mujeres normalmente no se realizan estas pruebas hasta que ya están experimentando dificultades para concebir.

El hallazgo hecho por el equipo de las investigadoras Sonya Schuh-Huerta y Renee Reijo Pera, del Instituto para la Biología de Células Madre y la Medicina Regenerativa, adscrito a la Universidad de Stanford en California, podría conducir al desarrollo de un test para marcadores genéticos específicos, el cual brindaría a las mujeres información vital para tomar decisiones sobre su posible maternidad futura y para planificar la edad a la que quedarse embarazadas.

De desarrollarse un test genético para la fertilidad, éste también podría ayudar a predecir las probabilidades de padecer otros problemas de salud, ya que el declive de la función ovárica suele estar asociado con una mayor incidencia de problemas cardiovasculares y de enfermedades de mineralización ósea (como la osteoporosis), así como con un cierto aumento en el riesgo de padecer algunas clases de cáncer. Y como estos genes están presentes a lo largo de toda la vida, el personal sanitario podría hacer predicciones sobre la fertilidad y otros problemas de salud con décadas de antelación.

Fuente: Noticias de la Ciencia y la Tecnología