A 24 horas de su renuncia al cargo de director técnico de Newell’s, Pablo Marini salió a desmentir que haya sido agredido por la barra brava en el Coloso luego de la derrota ante Central el último domingo. Si bien reconoció que algunos hinchas ingresaron al vestuario local tras el clásico, Pomelo aseguro que sólo hubo “algunas discusiones”.
"Es mentira que un barra me pegó un cabezazo, si así hubiese sido tendría alguna marca. Es cierto que al vestuario entró gente ajena al plantel y a los dirigentes. Tuvimos algunas discusiones, pero no hubo un intento de agresión, ni amenazas", explicó el DT en dialogo con el programa Estudio Fútbol, por TyC Sports.
"Presenté la renuncia ni bien terminó el partido. El presidente (Eduardo López) me pidió que lo piense, pero le dije que veía muy difícil revertir la situación. Era alargar una agonía y Newell´s no puede soportar eso porque está comprometido con el descenso. Como hincha pensé en el bien del club", agregó Pomelo.
El caso del presunto ataque tomó estado público a nivel nacional este martes, con la tapa del diario deportivo Olé, que titula “Manda la barra” sobre una foto de la hinchada leprosa. “Pobre Newell’s: Pimpi, jefe de la brava, agredió a Marini tras el 1-0 con Central. El DT, hincha del club, se fue. ¿Y el presidente López qué hace?”, plantea el matutino porteño.
El entrenador hizo, por último, un balance de su trabajo al frente del plantel rojinegro. "Pese a la derrota en el último clásico, por la que soy gran responsable, creo que el proceso fue bueno –arrojó–; le ganamos a Central el torneo pasado, se sacó al equipo del pozo que estaba cuando llegamos y se le ganó a equipos grandes".
"Es mentira que un barra me pegó un cabezazo, si así hubiese sido tendría alguna marca. Es cierto que al vestuario entró gente ajena al plantel y a los dirigentes. Tuvimos algunas discusiones, pero no hubo un intento de agresión, ni amenazas", explicó el DT en dialogo con el programa Estudio Fútbol, por TyC Sports.
"Presenté la renuncia ni bien terminó el partido. El presidente (Eduardo López) me pidió que lo piense, pero le dije que veía muy difícil revertir la situación. Era alargar una agonía y Newell´s no puede soportar eso porque está comprometido con el descenso. Como hincha pensé en el bien del club", agregó Pomelo.
El caso del presunto ataque tomó estado público a nivel nacional este martes, con la tapa del diario deportivo Olé, que titula “Manda la barra” sobre una foto de la hinchada leprosa. “Pobre Newell’s: Pimpi, jefe de la brava, agredió a Marini tras el 1-0 con Central. El DT, hincha del club, se fue. ¿Y el presidente López qué hace?”, plantea el matutino porteño.
El entrenador hizo, por último, un balance de su trabajo al frente del plantel rojinegro. "Pese a la derrota en el último clásico, por la que soy gran responsable, creo que el proceso fue bueno –arrojó–; le ganamos a Central el torneo pasado, se sacó al equipo del pozo que estaba cuando llegamos y se le ganó a equipos grandes".