Al menos 75 personas murieron y varios centenares resultaron heridas a causa del sismo de 7,6 grados en la escala abierta de Richter, que sacudió la región oeste de la isla indonesia de Sumatra.

El vicepresidente de Indonesia, Jusuf Kalla, indicó en rueda de prensa, después de que fuese informado de la situación por el alcalde de Padang, Fauzi Bahar, en conversación telefónica, que estos datos son provisionales porque la ciudad está a oscuras y llueve copiosamente.

Kalla respondió a los periodistas que "seguro" que habrá más víctimas mortales, pero adelantó que el gobierno "está preparado para afrontar una situación así".

"En principio y a falta de verificar los daños en el terreno, estimamos que este terremoto es comparable al de Java de comienzos de mes", señaló Ignacio León, jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas en Indonesia.

Aquel movimiento telúrico causó 79 muertos, decenas de desaparecidos, miles de heridos y 300.000 desplazados.

Los fallos en las comunicaciones y los cortes de carretera han complicado la obtención de informaciones sobre la situación en Padang, una población costera de 900.000 habitantes, capital de la provincia de Sumatra Occidental y situada a 50 kilómetros del epicentro del seísmo.

MetroTV ha mostrado imágenes de dos cadáveres, uno de ellos apenas asomando parte de una pierna de entre una montaña de cascotes.

Las autoridades calculan que un número indeterminado, pero alto, de personas han quedado atrapadas debajo de cientos de edificios derruidos o dañados.

El director del centro de desastres del Ministerio de Sanidad, Rustam Pakaya, confirmó que el ambulatorio de Jamil ha colapsado y que van a instalar un hospital de campaña y enviarán o están en camino equipos desde el Centro Regional de Crisis y Palembang, ciudad esta última que se encuentra a 550 kilómetros al sureste de Padang.

Los daños también afectan a puentes y carreteras del extrarradio, incluida la principal de acceso a la urbe que se encuentra cortada por un corrimiento de tierra.

El aeropuerto, que opera diez vuelos diarios a Yakarta, ha cancelado todas las salidas y llegadas a causa de los daños sufridos en las instalaciones, particularmente en el techo.

Algunas construcciones, al colapsar, han originado incendios, al menos cuatros, según las declaraciones de testigos a los medios informativos.

Se han vivido escenas dantescas, con vecinos corriendo dominados por el pánico en las calles, puentes derrumbados, edificios convertidos en escombros, viviendas devoradas por las llamas y calles sin electricidad e inundadas por la rotura de numerosas tuberías.

Las autoridades han pedido a la población que permanezca en lugares abiertos por temor a que se produzcan réplicas.

El terremoto sucedió a las 17.15 hora local (10.15 GMT) y fue tan fuerte que se sintió en Singapur y Kuala Lumpur, capitales situadas a varios centenares de kilómetros de distancia del epicentro.

El Centro de Alertas de Tsunami del Pacífico lanzó una alarma de posible ola gigante en Indonesia, Malasia, Tailandia e India, que canceló una hora más tarde.

El geólogo indonesio Danny Hilman Natawidjaja advirtió en febrero que Padang se sitúa sobre el área "con un mayor potencial" para sufrir un poderoso tsunami que deje "toda la ciudad bajo el agua".

Esta ciudad que se encuentra fuera del circuito de los turistas extranjeros en Indonesia pertenece al ´Anillo de Fuego del Pacífico´, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.

El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de 9,0 grados sacudió el norte de Sumatra y formó una ola gigante que mató a 226.400 personas en una docena de países bañados por el océano Índico, la mayor parte en Indonesia.

Por otro lado, al menos un centenar de personas murieron hoy a causa del tsunami que originó un seísmo de 7,9 grados que golpeó Samoa, Samoa occidental (Estados Unidos) y otras islas del Pacifico, entre ellas Tonga.