Una mujer de 32 años, madre de cuatro niños, fue asesinada por su pareja quien tras el crimen escondió el cuerpo, se fugó a Bolivia pero ahora regresó y confesó el femicidio. Ocurrió en Mendoza.

Según publicó el portal TN, José Llanos confesó el crimen de Gregoria Flores este viernes después de diez días en los que estuvo prófugo en Bolivia. Todo ese tiempo la familia de Flores la buscó desesperadamente. Su cuerpo estaba enterrado en una casa abandonada del distrito de San Martín, cerca de la casa en la que vivía con Llanos y sus hijos, fruto de una relación anterior.

El día que desapareció, Gregoria había salido a trabajar con su pareja. Pero por la noche solo él volvió a su casa. Luego él huyó y se convirtió en el principal sospechoso.

El misterio terminó en las últimas horas con su regreso y la confesión. La había asesinado a golpes.

La investigación del femicidio quedó a cargo del fiscal Martín Scatareggi.