Profesionales de la salud que se desempeñan en tareas de emergencia médica denunciaron que no sólo son blanco de la inseguridad y la violencia en las calles sino que, además, son víctimas de maltrato de parte de los clientes de las empresas para las cuales trabajan. En diálogo con el programa Radiópolis (Radio 2) el titular de la Cámara de Empresas de Emergencias Médicas de Santa Fe, Adrián Caramuto, explicó la situación que padecen, dentro y fuera de las ambulancias.

Según indicó, las agresiones al personal a bordo de las ambulancias de las distintas empresas de emergencias son diarias y crecientes en la ciudad y la región. “Hay ciertos barrios en donde no podemos entrar si no estamos acompañados por Gendarmería y la policía. Hemos sufrido robos de costosos equipos y lo más grave, los profesionales médicos han sido agredidos arriba de los móviles”, señaló. También se contabilizan roturas de vidrios y piedrazos.

De acuerdo a lo que expuso en conversación con el periodista Roberto Caferra, las complicaciones son mayores en algunas zonas pero advirtió: “Hemos tenido complicaciones en toda la ciudad”. Por tratarse de un servicio sanitario, las ambulancias de las distintas empresas que componen la Cámara llegan a todo lugar donde se las solicite, no obstante están trabajando con autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia para buscar soluciones conjuntas. “Recientemente nos reunimos con Marcos Escajadillo, secretario de Seguridad provincial, para presentarle un plan de trabajo con distintas propuestas, pero entendemos que llevará tiempo implementarlas”, contó el presidente de la Cámara.

Sin embargo, los problemas no terminan en la calle. Los médicos emergencistas aseguraron que también reciben un trato irascible de parte de pacientes y familiares. Desde la entidad resaltaron que el grueso de la sociedad no logra discernir entre una emergencia y una consulta. “Para la gente son todas emergencias, no quieren esperar por ningún tipo de patología. Entienden que si pagan una cuota, el servicio debe ser inmediato. Inclusive suelen exagerar los síntomas para que se tome en tiempo de código rojo y amarillo (emergencias y urgencias) cuando son cuadros claramente de códigos verdes (consultas), arriesgando a la dotación del móvil para llegar en los tiempos de urgencia”, indicó Caramuto.

Al respecto, ampliaron a través de un comunicado de prensa: “Nosotros capacitamos continuamente sobre los distintos grados de atención y los tiempos de llegada, pero fundamentalmente en las consultas simples es donde se generan los mayores reclamos, ya que existen momentos de alta demanda de llamadas, donde se producen cuellos de botella en horarios de atención, que pueden ir más allá de las 2 horas, tiempos de consulta razonables por el tipo de patología, y que son generales a todas las empresas, e inclusive las guardias de los sanatorios como en hospitales”.

Por último, Caramuto, en representación de todas las empresas que constituyen la Cámara, expresó preocupado: “Hoy a las empresas de emergencias médicas les resulta muy difícil conseguir personal médico que se suba a los móviles, por el contexto existente y el aumento de la agresividad de todo tipo de la sociedad, siendo justamente ésta una profesión que se entrega a la misma para solucionar los problemas de salud de la población, superando los inconvenientes climáticos, de distancia y horarios, tratando de ofrecer la mejor atención posible, y en los menores tiempos de llegada razonables de acuerdo a cada patología”.

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Adrián Caramuto (Radio 2)