El Comité de Crisis se reunió este viernes a la noche en Rosario y fijo un nuevo objetivo: seguir de cerca la evolución del arroyo Ludueña que amenaza con desbordarse este sábado a la madrugada. Alternativa que según aseguró Marcos Escajadillo, titular de Defensa Civil, a Rosario3.com no sería la más probable ya que entre las 20 y las 22 de este viernes el cauce subió sólo un centímetro y faltaban unos 35 para que pase los límites.

Y este sábado a la madrugada confirmó la tendencia: a las 1.45 habían bajado 10 centímetros las aguas y el personal ya practicamente había descartado una posible evacuación. Sin embargo, dijo Escajadillo, persiste el peligro de las aguas que bajan desde los campos.

Pero además, hay otra buena noticia: el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) levantó el alerta para el sur de Santa Fe a las 0.30 del sábado y la tormenta parece desplazarse hacia el norte y con menor intensidad.

Temor de viernes por la noche   

Durante la jornada del viernes, se entregaron 10 mil bolsas de arena a los vecinos como prevención ante la posible crecida del Ludueña. Desde que arrancaron las lluvias este lunes, la cuenca del Ibarlucea fue el punto más crítico en la ciudad. De hecho, la mayoría de los 3.500 evacuados rosarinos –de los cerca de 30 mil total que hay en toda la provincia– tenían sus hogares en esa zona, principalmente de Nuevo Alberdi. Sin embargo, desde este viernes hasta el sábado a la madrugada la tensión se vive en torno al Ludueña: el arroyo, que había estado bastante calmo en la semana, se vio afectado por las últimas e intensas lluvias que afectaron la región y está cerca del nivel de alerta. 

Aunque ya lo había adelantado durante su visita de este viernes a De 12 a 14, luego de la reunión con el gobernador Jorge Obeid, los ministros nacionales de Salud, Ginés González García, y de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, y el jefe del bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, y los funcionarios de las distintas áreas, el intendente Miguel Lifschitz volvió a advertir que los vecinos que viven en las cercanías del Ludueña (en especial los barrios Hostal Este, Empalme y Lisandro de la Torre) debían prepararse para una eventual evacuación ante el continuo crecimiento del nivel de agua de ese arroyo.

El funcionario lanzó un "alerta amarilla" para la ciudad y advirtió que faltaban unos 60 centímetros para que desbordara y que al bajar las aguas de manera más lenta el peligro máximo se desplazó de la noche del viernes a la madrugada del sábado. Se especulaba que el pico llegaría entre las 4 y las 5, aunque no se trataría de una gran crecida sino de un “pequeño nivel de agua excediendo la capacidad”.

Por eso, confiaban en que no se produciría una evacuación de gran escala sino pequeños casos que quizás tendría que dejar sus hogares. Ante ese escenario, repartieron bolsas de arena entre los vecinos de esos barrios afectados

Por su parte, el gobernador Obeid aseguró que cayeron en cuatro días la cantidad de agua esperada en seis meses. La media anual para la región es de entre 900 y 1.000 milímetros anuales y desde el lunes al viernes al mediodía fueron 487 los milímetros que cayeron.

Piquetes

Por otra parte, el intendente pidió por la tarde paciencia a los vecinos que realizaban este viernes piquetes en reclamo de ayuda social (los principales estaban ubicados frente al Centro de Distrito Oeste y en el barrio Santa Lucía). "Quiero aprovechar para pedir a quienes hacen algunos cortes que por favor liberen el paso porque esto complica la tarea de las personas que trabajan en los operativos de emergencia y es imprescindible dejar libre las vías de acceso, calles y avenidas", dijo.

En este marco de emergencia hídrica, el comité de crisis decidió reflotar la idea –que este jueves había quedado en suspenso– de habilitar un cuarto centro de evacuados en el Liceo de Funes, con capacidad para 300 personas. A ese espacio comenzaban a derivar, a media mañana, las primeras personas. Pero como se anticipaba que la cantidad de gente desplazada de sus hogares iba a ser mayor también había planes de habilitar un quinto centro, esta vez en zona sur.

Mientras, por culpa de las nuevas lluvias, comenzaron las filtraciones en el estadio cubierto de Newell’s: dos centímetros de agua cubrieron la cancha de básquet, aunque no fue necesario derivar a la gente a otros espacios.

Más allá del complicado panorama en el norte y el oeste, también hubo caos en el centro y otras zonas, donde los anegamientos complicaban el tránsito, había caída de árboles y nuevos cortes de energía. Entre los lugares más peligrosos para circular, estaba el Acceso Sur y avenida Belgrano, donde en algunas partes el agua tapaba el cantero central, además de que, como en muchísimas calles, destruyó el pavimento.

Por lo pronto, sigue el alerta pero se prevén mejoras en el clima.

Un centro que recibe ayuda las 24 horas

La Municipalidad habilitó al Centro de Expresiones Contemporáneas (Sargento Cabral y el río) para recibir las donaciones destinadas a las personas que debieron ser evacuadas de las zonas inundadas. Este espaciopermanecerá abierto las 24 horas, todos los días, mientras dure la emergencia.

Se solicita a las personas que respondan al llamado solidario de ayuda que, de ser posible, entreguen las mercaderías en bolsas rotuladas que den cuenta de su contenido para facilitar su rápida derivación a los centros de refugiados. Se necesita fundamentalmente ropa de niños, mujeres y hombres, toallas, calzado, ropa de cama, pañales y alimentos no perecederos.