La mejora de los ambientes de trabajo disminuye el riesgo de cardiopatías e infartos, y es por ello que el Día Mundial del Corazón estará dedicado este año a fomentar ambientes laborales más sanos.

La Federación Mundial del Corazón, la Organización Mundial de la Salud y el Foro Económico Mundial han unido sus fuerzas para hacer un llamamiento a gobiernos, empresas y trabajadores para que colaboren para que los lugares de trabajo sean más sanos.

Las enfermedades cardiovasculares y los accidentes cerebrovascualares (ACV) causan más de 17,2 millones de fallecimientos al año, lo que los convierte en la principal causa de muerte del mundo.

"En momentos en que los gobiernos y los empresarios están consagrando enormes cantidades de energía y miles de millones de dólares para incrementar la salud de los sistemas financieros mundiales, también debería prestarse atención a la salud de la fuerza laboral", declaró Pekka Puska, presidente de la Federación Mundial del Corazón.

Los tres organismos pretenden convencer al mundo de que "pequeños cambios" en el lugar de trabajo, como la prohibición de fumar, proponer más frutas y verduras en el restaurante de la empresa e incitar a los empleados a integrar la actividad física en su vida diaria, pueden representar una gran diferencia en beneficio de una mejor salud.

Estas medidas ayudarán a prevenir no sólo las cardiopatías y el infarto, sino también otras enfermedades crónicas como la diabetes, el cáncer y las infecciones respiratorias que, juntas, causan el 60 por ciento de las muertes en el mundo.

Asimismo, recuerdan que los beneficios para los empleadores también son sustanciales: mayor productividad, hasta un 20 por ciento menos de bajas por enfermedad, menos gastos médicos, mejor moral, mejor imagen de empresa y mayor retención del personal.

"Algunas de las principales empresas mundiales, miembros del Foro Económico Mundial, aplican actualmente programas de bienestar en el lugar de trabajo que además de mejorar la salud y el bienestar general tienen un buen sentido comercial, puesto que las pérdidas de productividad debidas a las enfermedades crónicas se han estimado en un 400 por ciento superiores al coste de su prevención o su tratamiento", señaló el presidente de este organismo, Klaus Schwab.

Por otra parte, los tres organismos recuerdan que las cardiopatías y los ACV no son enfermedades exclusivas de los países desarrollados, y abogan por que los países emergentes y pobres apliquen igualmente las medidas sugeridas.

"Todavía está muy extendida la falsa idea de que las cardiopatías y el ACV son problemas de los países ricos. En realidad, más del 80 por ciento de las muertes causadas por enfermedades cardiovascualares ocurren en países de ingresos bajos o medios", señaló Fiona Adshead, directora del departamento de Enfermedades Crónicas y Promoción de la OMS.

Fuente: EFE