La esperada consola PlayStation 3, que no verá la luz en Europa hasta marzo de 2007, salió a la venta en Japón.

El lanzamiento resultó todo un éxito, con buenas críticas por parte de los compradores y las primeras 80.000 unidades (escasas para el mercado japonés) vendidas en pocas horas y con cientos de compradores deseando adquirir las próximas.

Pero a pesar de estas buenas perspectivas iniciales ya comenzaron a aparecer las primeras sombras palpables en torno a la consola, que se suman a las de su retraso en Europa y su elevado precio, entre otras.

Métodos de cuestionable moralidad

Por un lado, según publican en Kotaku.com y recogen en muchos otros medios como Slashdot o The Inquirer, las enormes colas de espera para comprar una PlayStation 3 no estaban formadas íntegramente por fanáticos del juego. Muchas de esas personas eran vagabundos y extranjeros a los que algunos vendedores pagaron hasta 20.000 yenes (unos 130 euros) para que permanecieran en la fila.

Según publican en Kotaku.com, muchas de las personas que ocupaban los primeros puestos en las colas eran ancianos y chicas jóvenes de nacionalidad china que, en su mayoría, apenas sabían hablar japonés.

Estas personas, cuando los medios de comunicación se acercaban a preguntarles, giraban la cabeza y no contestaban. Además, ninguno compraba nada, simplemente abandonaban la cola e iban supuestamente a que les pagasen la cantidad previamente acordada.