El presidente Néstor Kirchner alentó a las nuevas generaciones de militares a participar, con un "rol central", de la recuperación de Argentina, y a marcar un nuevo "comienzo" de la institución militar.
"Deben concebirse como el futuro de las instituciones armadas, y no deben, por ello, cargar con la mochila ensangrentada de la que otros son responsables y por la que deben ser juzgados para que la impunidad termine en nuestro país", aseveró Kirchner.
El jefe del Estado habló en Puerto Belgrano, durante el acto de inauguración de la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESA), donde diferenció a los militares jóvenes de aquellos que participaron de los actos de tortura y represión durante la última dictadura.
"Simbólicamente este edificio significa un comienzo, pero no son los muros los que definen la historia, el presente y el porvenir", advirtió el presidente, quien recordó que la antigua sede –la Esma– fue "utilizada como uno de los centros más significativos de tortura y asesinato".
En este marco, Kirchner manifestó su certeza de que las nuevas generaciones "van a estar a la altura de la historia" y "van a tener un rol central en la consolidación de la nueva Argentina", donde se privilegie "la justicia, la educación y el derecho a tener esperanzas".
El jefe del Estado les recomendó a los militares más jovenes ejercer una "autocrítica permanente", a partir de la idea de que "nadie tiene la verdad absoluta".
El Presidente juzgó además que la Escuela de Suboficiales de la Armada "facilita el desafío de formar cuadros técnicos" que estén "a la altura de las circunstancias".
Kirchner dedicó también un párrafo los logros económicos de su gobierno, y enumeró como parte de ellos "el crecimiento sostenido de las reservas; el desendeudamiento, el mayor ingreso de los asalariados, el superávit fiscal y el crecimiento sostenido de las exportaciones".
Kirchner estuvo acompañado en el acto por los ministros de Defensa, Nilda Garré; y del Interior, Aníbal Fernández, y el gobernador bonaerense, Felipe Solá, entre otras autoridades.
"Deben concebirse como el futuro de las instituciones armadas, y no deben, por ello, cargar con la mochila ensangrentada de la que otros son responsables y por la que deben ser juzgados para que la impunidad termine en nuestro país", aseveró Kirchner.
El jefe del Estado habló en Puerto Belgrano, durante el acto de inauguración de la Escuela de Suboficiales de la Armada (ESA), donde diferenció a los militares jóvenes de aquellos que participaron de los actos de tortura y represión durante la última dictadura.
"Simbólicamente este edificio significa un comienzo, pero no son los muros los que definen la historia, el presente y el porvenir", advirtió el presidente, quien recordó que la antigua sede –la Esma– fue "utilizada como uno de los centros más significativos de tortura y asesinato".
En este marco, Kirchner manifestó su certeza de que las nuevas generaciones "van a estar a la altura de la historia" y "van a tener un rol central en la consolidación de la nueva Argentina", donde se privilegie "la justicia, la educación y el derecho a tener esperanzas".
El jefe del Estado les recomendó a los militares más jovenes ejercer una "autocrítica permanente", a partir de la idea de que "nadie tiene la verdad absoluta".
El Presidente juzgó además que la Escuela de Suboficiales de la Armada "facilita el desafío de formar cuadros técnicos" que estén "a la altura de las circunstancias".
Kirchner dedicó también un párrafo los logros económicos de su gobierno, y enumeró como parte de ellos "el crecimiento sostenido de las reservas; el desendeudamiento, el mayor ingreso de los asalariados, el superávit fiscal y el crecimiento sostenido de las exportaciones".
Kirchner estuvo acompañado en el acto por los ministros de Defensa, Nilda Garré; y del Interior, Aníbal Fernández, y el gobernador bonaerense, Felipe Solá, entre otras autoridades.
