Lionel Messi se presentó este viernes ante la Justicia catalana para declarar como imputado por un presunto delito de fraude fiscal de 4 millones de euros, relacionado con la gestión de sus derechos de imagen. Tras el encuentro, el abogado del futbolista Cristóbal Martell, señaló que no se pudo llegar a un acuerdo con la Fiscalía.
Vestido de traje, la Pulga arribó a los tribunales de Gavà poco antes de las 11 (6 en Argentina) junto a su hermano Rodrigo e ingresó sonriente por la puerta principal del edificio.
Allí lo esperaban unas cincuenta persona que se acercaron para darle su aliento al grito de “Messi campeón, Messi presidente", según informa Marca.
Media hora antes había llegado el padre de Lio, Jorge Messi, quien también fue citado para declarar en la misma causa.
El crack rosarino y su padre fueron imputados por tres delitos contra la Hacienda Pública previstos en el artículo 305 del Código Penal español y referidos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de los ejercicios 2007, 2008 y 2009.
Cristóbal Martell, abogado del jugador del Barcelona y su padre, intentó llegar a un acuerdo con la Fiscalía de Delitos Económicos de Barcelona para evitar que el futbolista tenga que ir a juicio, pero por ahora las negociaciones no fueron fructíferas, indicó a Télam el portavoz de la Fiscalía.
El letrado pretendía que Lio Messi sea apartado del juicio y que sea su padre quien asuma el peso del proceso.
El pasado mes de agosto, Jorge Messi pagó los 4 millones adeudados, según confirmaron las fuentes.
Pero además de liquidar la deuda, el Código Penal establece para estos delitos el pago de una multa que va desde el doble del dinero defraudado a seis veces más, y penas de prisión que van de entre uno y cuatro años por cada delito.
No obstante, es posible eludir la prisión si la condena es menor a dos años y el condenado no tiene antecedentes.