La entrega del Balón de Oro, que se realizó este lunes en el Palacio de Congresos de Zúrich, siempre es una buena ocasión para ver a los mejores futbolistas del año y a sus mujeres luciendo sus mejores galas en la alfombra roja del evento, siempre rodeada de fans esperando para ver a sus ídolos.

Las mayores expectativas, después de las últimas dos galas, estaban puestas en Messi, que vistió extravagantes looks tanto en 2012 como en 2013. En esta ocasión, el astro rosarino volvió a lucir un traje original, un esmoquin color bordó de la colección Sicilia de Dolce & Gabbana. Su pareja, Antonella Rocuzzo, se decantó por un diseño de Rosa Clará en color negro, muy similar al que llevó el año pasado en esta misma gala.

El jugador del Barcelona fue casi el único que se salió de la línea más clásica, ya que el negro, elegante por excelencia, fue el color fetiche de la mayor parte de los asistentes a la gala. Por el lado de las botineras, y así como Rocuzzo, tanto Daniela, la mujer de James Rodríguez, como Jorgelina Cardoso, esposa de Di María, vistieron sendos vestidos negros. La única que despuntó en el color fue Pilar Rubio, novia del defensa español Sergio Ramos, que escogió un ajustadísimo traje azul metálico con apertura lateral.

Cristiano Ronaldo, ganador del trofeo máximo, mantuvo su toque más tradicional, en su caso con moño, aunque defraudó porque esta vez la despampanante modelo Irina Shayk no le acompañó a la gala, a la que acudió junto a su madre y su hijo. El tercero en discordia por el preciado galardón del Balón de Oro, el arquero alemán Neuer, optó asimismo por un traje negro con corbata a juego y camisa blanca, y también acudió solo al evento.