No muy lejos de la concentración, en la calle Nicholson del barrio de Brooklyn, el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, disfrutaba este jueves de un día muy especial junto a sus seres queridos, con quienes festeja en la intimidad sus 23 años.
Diego Maradona dio día libre a sus jugadores coincidiendo con el cumpleaños de la máxima estrella del plantel, que se encontraba en la casa que alquiló su familia en un barrio residencial de Pretoria, para disfrutar de un asado y pasar la tarde acompañado por sus padres, hermanos y su novia Antonella, informó la agencia Télam.
Cerca de las 13.45 hora de Sudáfrica (8.45 de Argentina), Messi, junto a Palermo, llegaron a las casas en un pequeño complejo que alquilaron para sus familias durante la estadía en Sudáfrica, en un Toyota Corolla gris manejado por Rodrigo Messi, uno de los hermanos del crack argentino.
Leo bajó del auto sin hacer declaraciones a los periodistas que hacían guardia e intentaron saludarlo en este día tan especial y entró a la casa donde lo esperaban sus allegados. Antes, sus hermanos habían dejado todo preparado, ya que se los vio entrar a la residencia con una torta y una bolsa con regalos.
Seguramente no faltará nada para festejar el cumple de Leo que llega precisamente cuando el astro del Barcelona está disfrutando de su mejor momento con la camiseta celeste y blanca en el Mundial de Sudáfrica.
Sin duda, cuando sople las velitas su deseo será el mismo que el de millones de argentinos que depositaron en él su esperanza de ganar el Mundial.
Pero en este día tan especial el regalo más importante que recibirá Messi es el reencuentro con sus padres, Jorge y Celia, que han llegado a Sudáfrica para acompañarlo en la recta final de la Copa del Mundo.
Diego Maradona dio día libre a sus jugadores coincidiendo con el cumpleaños de la máxima estrella del plantel, que se encontraba en la casa que alquiló su familia en un barrio residencial de Pretoria, para disfrutar de un asado y pasar la tarde acompañado por sus padres, hermanos y su novia Antonella, informó la agencia Télam.
Cerca de las 13.45 hora de Sudáfrica (8.45 de Argentina), Messi, junto a Palermo, llegaron a las casas en un pequeño complejo que alquilaron para sus familias durante la estadía en Sudáfrica, en un Toyota Corolla gris manejado por Rodrigo Messi, uno de los hermanos del crack argentino.
Leo bajó del auto sin hacer declaraciones a los periodistas que hacían guardia e intentaron saludarlo en este día tan especial y entró a la casa donde lo esperaban sus allegados. Antes, sus hermanos habían dejado todo preparado, ya que se los vio entrar a la residencia con una torta y una bolsa con regalos.
Seguramente no faltará nada para festejar el cumple de Leo que llega precisamente cuando el astro del Barcelona está disfrutando de su mejor momento con la camiseta celeste y blanca en el Mundial de Sudáfrica.
Sin duda, cuando sople las velitas su deseo será el mismo que el de millones de argentinos que depositaron en él su esperanza de ganar el Mundial.
Pero en este día tan especial el regalo más importante que recibirá Messi es el reencuentro con sus padres, Jorge y Celia, que han llegado a Sudáfrica para acompañarlo en la recta final de la Copa del Mundo.



