Mientras el plantel leproso desarrolló su segunda jornada de pretemporada en Bella Vista, todavía sin el Tata Martino que está regresando de sus vacaciones, la dirigencia apura los pasos económicos y burocráticos para que dos caras nuevas puedan subirse al micro rojinegro que este domingo a las 17.30 partirá del Coloso rumbo al complejo Open Door de Luján, donde desarrollará seis días de entrenamiento físico y futbolístico.

Además de los nombres sobre los que se gestiona para extender sus préstamos (Hernán Pellerano y Juan Domínguez), Newell’s tiene abrochado un refuerzo y medio, podría decirse. ¿Cómo es esto? Lo del defensor Marcos Cáceres está hecho y se sumará a los trabajos este sábado. Y avanzó mucho la gestión por Milton Casco, el lateral izquierdo de Gimnasia de La Plata que a Martino siempre le interesó.

Pedro Aldave, el representante de Cáceres, aseguró que el zaguero paraguayo se acoplará a los entrenamientos del plantel rojinegro este sábado y viajará a Luján el domingo. Su llegada está pactada por cuatro temporadas.

El arribo de Milton Casco será por la compra del 50 por ciento de su pase, que Gimnasia tasó en 500 mil dólares. Su agente, Pipo Palomar, adelantó que el traspaso de su representado está prácticamente cerrado.

Este viernes los dirigentes de Newell’s viajaron a La Plata para darle forma definitiva a la operación, pero hay que tener en cuenta que el presidente del Lobo platense, Héctor Delmar, acaba de renunciar y ese desconcierto podría pasar la definición para la semana próxima. De todos modos, la transferencia se hará porque Gimnasia necesita el dinero y Casco ya no quiere continuar en el Lobo.

Antes del fin de semana, la situación de los refuerzos para la Lepra podría resumirse así: Cáceres, Casco y el colombiano Domínguez (llega a Rosario este sábado) están asegurados; Pellerano es casi un hecho que seguirá; Ignacio Scocco está muy avanzado; y la semana que viene habrá un contacto por Jonathan Santana.

Mientras, en el Parque siguen prendiendo velas para que lleguen buenas noticias desde Inglaterra para empezar a materializar el sueño de ver otra vez a Maxi Rodríguez con la camiseta rojinegra.