Pablo Gavira
La despedida de Ariel Ortega tuvo repercusión por estos lares. Mucha gente concurrió al estadio y siguió por televisión lo que fue el homenaje al uno de los ídolos de River. Pero en Newell´s llamó la atención y cayó muy mal el diálogo que mantuvo el técnico millonario, Ramón Díaz, en el vestuario con Nacho Scocco, uno de los invitados a la fiesta del Burrito.
El árbitro del partido homenaje, Héctor Baldassi, registró toda la intimidad mediante una camarita que tenía colgada en su cuello. Se vio que Ramón trató de convencer al goleador leproso para que firme para la entidad de Núñez.
Esta actitud del riojano no se tomó de la mejor manera por los dirigentes rojinegros: no vieron apropiado que Díaz presione de la manera que lo hizo al jugador, cuando saben que Scocco ya había dicho que si tenían que hacer alguna propuesta formal lo hicieran mediante la vía dirigencial.
Una alta fuente del club del Parque expresó: "Estamos todos enojados con este tema, (el presidente) Lorente inclusive se comunicó con los responsables de la institución millonaria para aclarar el tema".
"Los dirigentes de River dijeron que era un tema de Ramón Díaz y que no tenían nada que ver, que pedían disculpas por lo ocurrido", destacó el contacto.
Algunos dirigentes prefirieron no hacer ningún comentario y otros, por lo bajo, mencionaron la "mala intención" de Díaz al realizar este tipo de manifestaciones en público para generarle presión al jugador.
Por su parte, también se notó sorprendido y no lo tomó muy bien el representante de Scocco, Fabían Soldini, porque ya habían mantenido contacto hace tres meses con los dirigentes porteños y habían aclarado si había una propuesta muy interesante que servía a todos, lo conversaban, pero que se tenían que poner de acuerdo con los responsables de Newell´s, y eso nunca ocurrió.

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