Muchas veces nos ha ocurrido que ante un hecho poco frecuente como es la muerte súbita, los medios agreguen dramatismo y algo de morbo en su descripción, lo que lejos de ayudar a la población a entender este fenómeno, la sume en la confusión y el miedo.

La ignorancia es un estado que nos acompaña ante la imposibilidad de acceder a conocimientos a los que sólo nos acercamos a través de los medios. La muerte súbita que puede presentarse en bebés, en jóvenes y en adultos jóvenes, nos moviliza y desconcierta.

Según la medicina forense, es aquella muerte imprevista, en una persona sana o con una patología que no le afecta a su vida basal, aparentemente de causa natural pero desconocida, rápida y que hace sospechar una muerte violenta. La Organización Mundial de la Salud la define como aquella que ocurre en un plazo menor a las 24 horas de comenzados los síntomas.

 

Según datos estadísticos del año 2017, la Muerte Súbita (MS), representa la mitad de las muertes cardiovasculares y el 25% del total de las muertes en adultos. Aproximadamente un 50% ocurre en personas sin enfermedad cardíaca conocida, siendo ésta su primera expresión y si bien su incidencia en la población general es baja, se incrementa a medida que se seleccionan poblaciones con mayor riesgo.

 

La incidencia en el mundo expresada en casos por millón de habitantes/año, varía según los países evaluados. En Francia, por ejemplo es de 32.1, China de 41.3. En nuestro país se estima que la incidencia anual de MS es alrededor de 40.000 y que la inmensa mayoría ocurre fuera de centros asistenciales.

 

El grupo etario más afectado se encuentra entre los 45 y 75 años de edad y un franco predominio en la población masculina, pero con un crecimiento cada vez mayor en el sexo femenino donde actualmente representa el 35%.

 

Rosario3.com consultó al doctor Daniel Piskorz, médico Cardiólogo, ex presidente de la Federación Cardiológica Argentina y actualmente Editor Asociado de la Revista de la Federación Argentina de Cardiología, quien nos señalaba que “cualquier persona puede hacer una muerte súbita (MS); desde un neonato, un adolescente, un adulto y un adulto mayor. Nadie está exento; los niños porque existen anomalías congénitas que los afectan; si bien son poco frecuentes todos conocemos la muerte súbita del lactante.

 

Existen las ´canalopatías´ que son anomalías en el intercambio de iones de sodio - potasio - calcio –magnesio, dentro de las células del corazón. Esto es algo que no habiéndose manifestado nunca, puede presentarse en la muerte súbita. También puede manifestarse a raíz de una apnea (falta de aire) mientras la persona está durmiendo.

 

Es por eso que cuánto más gente tengamos preparadas para realizar las maniobras de resucitación cardio pulmonar, mayor es la posibilidad de reanimar a una persona. El pronóstico de esa persona dependerá del tiempo que transcurre entre que se produce el hecho y se actúa sobre él. Cuanto mayor sea la demora menor será la probabilidad de salvar la vida de quien protagonizó el episodio.

 

Cuando una muerte súbita esta atestiguada por una persona capacitada, ese individuo tiene más chances de salvarse, dándole además tiempo a la llegada de la ambulancia para su traslado a un sitio de atención adecuado para hacerle las maniobras más avanzadas.

 

Por eso es necesario que tengamos muchos rescatadores. Buscamos como objetivo que cada ser humano se convierta en un rescatador; quien es el que aprendió las maniobras de Reanimación Cardio Pulmonar básicas, y aprendió a usar un DEA (Desfibrilador Externo Automático).

 

¿Qué instituciones imparten estos cursos de capacitación en RCP?

 

Hoy ya hay muchas instituciones que hacen capacitaciones de Resucitación Cardio Pulmonar, como un medio de preparar a la población para que pueda intervenir en casos de emergencias en lugares públicos. Hay una ley que obliga a las instituciones donde se concentra una gran cantidad de público a establecerla como un Área Cardio Asistida; las que deben contar con un desfibrilador externo automático (DEA), asociado a un personal entrenado. El equipo debe tener mantenimiento y su personal entrenamiento anual.

 

Es obligatorio por ley contar con personal capacitado y un desfibrilador en condiciones de ser usado en la emergencia; además, respetar la ley, en este caso, se constituye en una obligación moral.

 

Pensemos en una oficina pública, en una fábrica con doscientos operarios; en un shopping por el que desfilan miles de personas al día, son lugares que deben contar con una persona capacitada y entrenada y un desfibrilador. No es tener un médico sino que los compañeros de trabajo son los que van a actuar en caso de emergencia haciendo las primeras maniobras mientras se espera la llegada del servicio de emergencia. Para lo cual se necesita que haya personas capacitadas para hacer estas maniobras que sólo exigen de nosotros el uso de nuestras manos. La maniobra consiste en saber distinguir a qué puede deberse ese desmayo, palpar para comprobar si la persona que perdió el conocimiento tiene pulsos, acercarse para sentir con el oído si respira o no; y  luego de corroborarlo, masajear el centro del pecho del paciente con ambas manos siguiendo la técnica para no dañar al paciente.

 

¿Se trata de una maniobra compleja?

 

Hay cursos de resucitación cardio pulmonar en lugares donde se enseñan estas técnicas; en Rosario en la Federación de Cardiología funciona la Fundación Cardio donde se dictan estos cursos y cuenta con los muñecos y los desfibriladores para que se incorporen los conocimientos y la práctica a través de los simuladores. Son cursos que cuentan con entrenadores capacitados y otorgan el título habilitante para quienes completen el mismo.

 

Además, nosotros dentro de la Fundación planificamos las Áreas Cardioasistidas; las organizamos y las habilitamos; ya que las mismas requieren de una habilitación por una institución acreditada.

 

¿Quién está habilitado para manejar el desfibrilador?

 

Lo puede manejar quien hace el curso. Son dispositivos simples y con lo que se recibe en los cursos de entrenamiento es suficiente para manejarlos, si es necesario, mientras llega la emergencia.

 

El objetivo de estos cursos y de la existencia de las áreas cardioasistidas, no es que haya un médico en cada sitio, sino que personas no médicas puedan con la capacitación asistir en el mismo momento que la persona sufre el colapso; quien está capacitado para, rápidamente, diferenciar si se está en presencia de un paro respiratorio y actuar n el momento, mientras se pide asistencia a la emergencia.

 

Lo ideal es que cada uno de nosotros esté capacitado para actuar en estos casos, con lo cual se incrementa notablemente la posibilidad de reanimar a quienes hayan padecido de un paro respiratorio mientras se espera la llegada de los profesionales que lo terminarán de asistir y trasladar a los centros adecuados para su restablecimiento.

 

¿Se pueden extender estos cursos a los colegios secundarios y a los establecimientos educativos terciarios y universitarios?

 

Nosotros desde la Secretaría de la Red Nacional de RCO de la Federación Argentina de Cardiología rubricamos un acuerdo con una institución privada del Norte de la provincia de Buenos Aires y ya estamos impartiendo cursos de RCP a chicos de colegios secundarios y desde la Red se extiende a todas las provincias argentinas.

 

¿Existen en el país cifras sobre pacientes con muertes súbitas que fueron reanimados?

 

Es la tuya una pregunta atinada. Justamente esta semana salió publicado un ´meta análisis´ que es una revisión estadística cuantificada, en una revista científica, comparando la recuperación de muertes súbitas en áreas cardioasistidas versus las acaecidas en áreas no cardioasistidas, y la diferencia es notable en favor de las primeras.

 

Daniel Piskorz, Médico Cardiólogo, especialista en Hipertensión arterial Matrícula 8509
Integrante del Instituto de Cardiología del Sanatorio Británico

 

Ref. Bibliográfica: Secretaría de Desarrollo de la Red Federal de Enseñanza de RCP. Federación Argentina de Cardiología. F.A.C.