Para José Mujica, el problema de las drogas no es el consumo, que debe ser regulado y tratado como una patología, sino el tráfico de estupefacientes.
En una entrevista con un diario mexicano, dijo que en lo personal no lo preocupa tanto la drogadicción. "No es que no me importe: es una enfermedad y como tal hay que tratarla. Lo que es intolerable es el narcotráfico", afirmó.
El mandatario uruguayo reiteró su propuesta de regular el consumo de drogas como la marihuana mientras que la drogadicción debe ser tratada como una enfermedad. "Lo que queremos hacer no es legalizar el consumo, es regularlo. El consumo ya existe", consideró.
El gobierno uruguayo presentó al Congreso en agosto pasado un proyecto de ley para legalizar la producción y venta de la marihuana, con la meta de hacer frente al narcotráfico. La iniciativa también tiene como objetivo tratar a los consumidores como enfermos y no como delincuentes.
"La estrategia de encarar al narcotráfico por la vía policial y de la represión sigue estancada, sin solución. Tenemos más presos, gastamos más dinero y el problema se multiplica en las calles", señaló Mujica.
Ante las numerosas críticas que recibió este proyecto de ley, el presidente pidió a los escépticos que den alternativas porque, advirtió, "por ahora, con lo que se hace estamos perdiendo la guerra, y por lejos".
Respecto a la reciente aprobada ley de despenalización del aborto, recordó que siempre dijo que respetaría una norma surgida del Congreso. "Lo dije siempre, aunque alguna vez tenga que mascar el freno, y vaya que alguna vez me he tenido que tragar algunas decisiones, pero yo no veto una ley que aprueba el Parlamento, porque es la institución más representativa de la democracia".
"Lo del aborto lo estudié a la luz del sistema sueco y llegué a esta conclusión: cuál es el método más racional para salvar la mayor cantidad de vidas. Porque contra el aborto estamos todos. Ahora, si a la mujer la dejamos sola, (…) la cosa va mal", opinó.
Mujica admitió que "desde el punto de vista de los principios puede ser condenable”, pero afirmó que “desde el punto de vista de la praxis histórica, se salvan mucho más vidas y esa es la razón por la que me inclino por esta norma”.
En una entrevista con un diario mexicano, dijo que en lo personal no lo preocupa tanto la drogadicción. "No es que no me importe: es una enfermedad y como tal hay que tratarla. Lo que es intolerable es el narcotráfico", afirmó.
El mandatario uruguayo reiteró su propuesta de regular el consumo de drogas como la marihuana mientras que la drogadicción debe ser tratada como una enfermedad. "Lo que queremos hacer no es legalizar el consumo, es regularlo. El consumo ya existe", consideró.
El gobierno uruguayo presentó al Congreso en agosto pasado un proyecto de ley para legalizar la producción y venta de la marihuana, con la meta de hacer frente al narcotráfico. La iniciativa también tiene como objetivo tratar a los consumidores como enfermos y no como delincuentes.
"La estrategia de encarar al narcotráfico por la vía policial y de la represión sigue estancada, sin solución. Tenemos más presos, gastamos más dinero y el problema se multiplica en las calles", señaló Mujica.
Ante las numerosas críticas que recibió este proyecto de ley, el presidente pidió a los escépticos que den alternativas porque, advirtió, "por ahora, con lo que se hace estamos perdiendo la guerra, y por lejos".
Respecto a la reciente aprobada ley de despenalización del aborto, recordó que siempre dijo que respetaría una norma surgida del Congreso. "Lo dije siempre, aunque alguna vez tenga que mascar el freno, y vaya que alguna vez me he tenido que tragar algunas decisiones, pero yo no veto una ley que aprueba el Parlamento, porque es la institución más representativa de la democracia".
"Lo del aborto lo estudié a la luz del sistema sueco y llegué a esta conclusión: cuál es el método más racional para salvar la mayor cantidad de vidas. Porque contra el aborto estamos todos. Ahora, si a la mujer la dejamos sola, (…) la cosa va mal", opinó.
Mujica admitió que "desde el punto de vista de los principios puede ser condenable”, pero afirmó que “desde el punto de vista de la praxis histórica, se salvan mucho más vidas y esa es la razón por la que me inclino por esta norma”.
