Un entrenador de natación, de origen ucraniano, fue detenido por agredir a su hija, que compite en el Mundial de Melbourne, Australia.

Al hombre, de 38 años, se le retiró su acreditación para el evento deportivo y tanto él como su hija fueron interrogados por personal policial. El episodio fue registrado por una cámara de seguridad, que alcanzó a captar la discusión y el momento justo en que el padre agredió a la joven.

Tras la pelea, los dos parecieron haber hecho las paces con un abrazo, pero la emisión de las imágenes por televisión llevaron a las autoridades a investigar el suceso.

"El video está siendo analizado por la policía de Victoria", aseguró un responsable de la organización del Mundial. "Lo que ocurrió fue inaceptable, es un tema muy serio", dijo Michael Scott, jefe ejecutivo del comité organizador.