El Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario anunció que acudirá a la Justicia para que se esclarezcan las denuncias de transportistas en perjuicio de inspectores dependientes de la Secretaría de Servicios Públicos, acusados de pedir coimas para evitar controles. Reclaman la “urgente” presentación de pruebas.

El secretario adjunto del gremio, Antonio Ratner, adelantó en Radio 2 que se presentará “esta semana” en Tribunales para que se exija “que quienes denunciaron este supuesto delito por parte de los empleados que realizan la inspección técnica del transporte público, muestren las pruebas urgente”.

“No se puede dañar la honorabilidad y el buen nombre de los trabajadores a tontas y a locas”, expresó el dirigente, poniendo en duda los cuestionamientos de quienes apuntaron contra agentes municipales. Y preocupado por “una generalización de la denuncia” que pone, potencialmente, “a todos los inspectores en situación de corruptela”, según analizó.

“Nosotros vamos a someter a investigaciones a todo el personal que tenga que ser sometido; si esto no se puede demostrar y fue, como yo creo, una expresión de los taxistas para mejorar la tarifa, me parece que se equivocaron”, agregó Ratner en el programa La primera de la tarde.

“Si no es así, cada trabajador que se haya sentido agraviado tendrá derecho de iniciar acciones por calumnias e injurias”, aclaró, y recordó que en una reunión desarrollada el pasado viernes con los 15 inspectores afectados, el Sindicato expresó su “solidaridad” por esta situación.

“Si alguien cometió un ilícito debe ser investigado y sancionado –insistió–, pero si no hay pruebas, respaldaremos a los trabajadores que decidan hacer una querella a quienes los acusaron sin motivo. Esta gente tiene familia y amigos; es una vergüenza que un trabajador acuse alegremente a otro para conseguir un aumento salarial”.

Por otra parte, Ratner se manifestó disconforme con las acciones ejercidas hasta el momento por el Ejecutivo en relación a este conflicto, a pesar de las investigaciones internas que de oficio fueron promovidas por el propio secretario de Servicios Públicos, Pablo Seghezzo, y del llamado a realizar denuncias anónimas.

“Me llama la atención la Municipalidad, hasta ahora lo que ha hecho es lavarse las manos”, apuntó el secretario gremial.

Además, luego de que estallara la polémica por taxistas y transportistas escolares por el presunto cobro de sobornos, la Intendencia resolvió realizar una revisión extraordinaria general a todo el transporte público local: más de cinco mil vehículos entre taxis, remises, colectivos y combis que desde el mes próximo deberán pasar por el sospechado Centro de Inspección Técnica Automotor (Cita) pero con inspecciones auditadas por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

Para Ratner, esa medida no responde a que al municipio le generen una “sospecha” las denuncias, sino que lo ve como “una salida salomónica” al tema.

Qué se denunció

El secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix, deslizó esta semana y ratificó el jueves en Radio 2 su denuncia de que en los talleres de inspección municipal se pide coimas a los choferes a cambio de evitar los controles.

Luego reforzó esas acusaciones la Asociación de Transportes Escolares de Rosario. El vicepresidente, Omar Calcia, dijo no tener pruebas pero aseguró que hay al menos “irregularidades graves” en el sector y que algunos compañeros sufren una “persecución” cuya única salida es pagar sobornos.

A través del edil justicialista Diego Giuliano, el Concejo tomó esas declaraciones y le exigió al secretario de Servicios Público, Pablo Seghezzo, explicaciones del caso. El funcionario respondió con una actuación de oficio para iniciar una investigación interna.