Murió Nelson Mandela. El líder sudafricano, primer presidente negro de su país, falleció este jueves a los 95 años en su casa de Johannesburgo, donde los últimos meses atravesó una internación domiciliaria por una infección respiratoria.
Esta semana, Makaziwe Mandela, la hija mayor de Mandela, había dicho que su padre permanecía "muy fuerte" y "valiente" incluso en su "lecho de muerte".
Mandela recibía tratamiento en su domicilio, convertido en una unidad de cuidados intensivos desde que fuera trasladado del hospital de Pretoria donde estaba hospitalizado, el pasado 1º de septiembre.
Madiba -como se le conoce en Sudáfrica- fue ingresado en estado grave el 8 de junio por una recaída de una infección pulmonar, y su estado pasó a ser crítico el 23 de junio.
Pese a las mejoras comunicadas por la familia y la Presidencia desde entonces, el pronóstico del mandatario no mejoró desde entonces.
Mandela se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica y lideró, junto a su antecesor en el cargo y último líder del "apartheid", Frederik De Klerk una transición democrática que evitó una guerra civil entre blancos y negros en el país austral.
Había salido de prisión cuatro años antes, tras pasar encarcelado 27 años por sus actividades contra el régimen segregacionista, en cuyas cárceles contrajo los problemas respiratorios que padeció hasta su último minuto de vida.
Esta semana, Makaziwe Mandela, la hija mayor de Mandela, había dicho que su padre permanecía "muy fuerte" y "valiente" incluso en su "lecho de muerte".
Mandela recibía tratamiento en su domicilio, convertido en una unidad de cuidados intensivos desde que fuera trasladado del hospital de Pretoria donde estaba hospitalizado, el pasado 1º de septiembre.
Madiba -como se le conoce en Sudáfrica- fue ingresado en estado grave el 8 de junio por una recaída de una infección pulmonar, y su estado pasó a ser crítico el 23 de junio.
Pese a las mejoras comunicadas por la familia y la Presidencia desde entonces, el pronóstico del mandatario no mejoró desde entonces.
Mandela se convirtió en 1994 en el primer presidente negro de la historia de Sudáfrica y lideró, junto a su antecesor en el cargo y último líder del "apartheid", Frederik De Klerk una transición democrática que evitó una guerra civil entre blancos y negros en el país austral.
Había salido de prisión cuatro años antes, tras pasar encarcelado 27 años por sus actividades contra el régimen segregacionista, en cuyas cárceles contrajo los problemas respiratorios que padeció hasta su último minuto de vida.