El realizador y docente de cine Gerardo Vallejo, de 65 años, murió este martes en Buenos Aires tras sufrir los embates de una larga enfermedad que lo había obligado a abandonar sus tareas. 

Vallejo había nacido en la provincia de Tucumán el 4 de enero de 1942 y desde mediados de la década de 1960 participó del Grupo Cine Liberación junto a Fernando "Pino" Solanas y Octavio Getino, en épocas en que el cine era usado en la militancia revolucionaria.

En 1968, en condiciones de clandestinidad filmó en su provincia el reconocido documental El camino hacia la muerte del Viejo Reales, sobre un campesino llamado Gerardo Ramón Reales, muerto en pleno rodaje, obra que incentivó su interés por el cine antropológico.

Ese tucumano de voluntad y principios inquebrantables predicó siempre un arte militante, consecuencia de su postura en defensa de lo nacional y popular, lo que le costó el exilio en España durante los años de plomo en la Argentina.

Desde ese exilio tomaban forma sus sueños de siempre, en los que el "Chango" ponía su energía en el convencimiento de que el arte, la sensibilidad y la inteligencia podían servir para la construcción de un mundo distinto.

Así lo entendieron a finales de agosto de 1985 las multitudes que concurrieron al entonces cine Broadway de la avenida Corrientes para ver El rigor del destino, con Carlos Carella, uno de sus importantes aportes al cine nacional.

En 1995 pudo llevar a la pantalla Con el alma, sobre el desarraigo, con él mismo y su esposa Eva Piwowarsky, además de Alfredo Alcón, Lito Cruz, Juan Palomino y actores no profesionales. Dejó sin terminar El inocente, empezada en 2000.

Su última película, Martín Fierro, el ave solitaria, estrenada el año pasado, había sido tibiamente recibida por la crítica, pero fue la concreción de un sueño cinematográfico que venía de tiempos de su exilio durante la última dictadura.

Precisamente, esa cinta cerró el I Festival de Cine Argentino Tucumán 2006, celebrado en octubre, pero el cáncer de pulmón que lo aquejaba le impidió al realizador –quien debía ser además presidente del jurado– estar en esa ciudad y presentar su obra.

Vallejo había estado casado con Eva Piwowarsky, siempre vinculada al cine y presidenta de la Reunión Especializada de Autoridades Cinematográficas y Audiovisuales del Mercosur (Recam), con quien tuvo dos hijas.