El final fue tan trágico como sorprendente: la mujer de 51 años que vivía rodeada de basura en Casilda al 7000 y fue internada el miércoles tras ser rescatada por los bomberos entre la montaña de desperdicios, falleció este viernes a la tarde de un paro cardíaco.

Así lo confirmó Ricardo Oyola, el director del Pami II, quien, en principió, no logró explicar las causas del deceso. “Cuando la mujer ingresó el jueves a la noche la vi bien, incluso hablé con ella. Pero este viernes antes de las 15 tuvo unas convulsiones y luego falleció de un paro cardíaco”, señaló.

Concepción Calcerano, de 51 años, vivía junto a sus cuatro hermanos varones en Casilda, entre Guatemala y Colombia, en una casa que acumulaba una gran cantidad de desperdicios en un pequeño patio que da al frente de la vivienda. La basura es tal, que cuando la mujer sufrió un caída la noche del miércoles (ingresó al hospital con las piernas hinchadas y repletas de ampoyas) los hermanos llamaron a una ambulancia que no pudo ingresar al hogar hasta que los bomberos no retiraron la gran cantidad de basura.

Si bien la mujer, que padecía un grado de deficiencia mental, ingresó al Pami II en un estado “estable”, finalmente falleció este viernes a las 15 y, en principio, no habría sido a causa del estado antihigiénico en que vivía, según deslizó Oyola.

Para los vecinos en cambio, el peligro del basural –que para ellos sí terminó con la vida de Concepción- debe terminarse. Por eso, unas veinte personas se juntaron en la puerta de la vivienda para exigir a la Municipalidad que limpié el lugar. “Hace mucho que lo pedimos, pero los hermanos de la mujer no hacen caso y acá estamos indignados. Queremos una solución ya”, aseguró Jorgelina Bertoya, presidenta de la vecinal.