Bajo la consigna “La vivienda es un derecho, no un negocio”, este domingo desde las 15 se realiza el Festival por los Derechos de los Inquilinos en las escalinatas del Parque España (Sarmiento y el río), organizado por la agrupación Rosario para la Victoria.

La actividad conjuga música en vivo y un espacio común para pensar y reclamar la creación de una Defensoría Pública del Inquilino en el marco del Estado Municipal y una Tasa al Inmueble Ocioso.

“En Rosario, una de cada tres familias alquila. El abuso de los inmobiliarias, el exorbitante pago por comisiones y trámites -y ni siquiera recibir un comprobante-, el pedido de garantías a veces imposible, el reclamo incansable por deficiencias en el inmueble y terminar haciéndose uno cargo de los arreglos, el aumento desproporcionado a la hora de renovar el alquiler, la indefensión de los derechos de los inquilinxs, parecen la regla a la hora de firmar un contrato y ser inquilino en la ciudad", señalan los organizadores.

"Esta realidad que se vive cotidianamente, tiene relación directa con la total desregulación del mercado inmobiliario, la ausencia (o complicidad) del Estado y la falta de herramientas que defiendan el derecho ciudadano a la vivienda”, sostuvo Sebastián Artola, referente de Rosario para la Victoria.

Se presentarán en vivo Los Peñaloza, Girda, Sur Do Monde, Flor Croci, Larva, la Murga Okupando Levitas y El Niño de Arte en Lucha.

Además, la Defensoría del Inquilino estará atendiendo consultas y preguntas, y entregando la primera “Guía de los Derechos del Inquilino” con la que cuenta nuestra ciudad.

Media ciudad con problemas de vivienda

"El informe de la ONG Techo volvió a hacer visible una realidad que venimos planteando hace tiempo. Rosario es una de las ciudades con peor situación habitacional del país. Casi 50 familias viven en asentamientos, es decir, un tercio de nuestra población", señaló Artola.

Si a esto sumamos el 30% de los habitantes de Rosario que alquila, cuando hace quince años ese porcentaje era del 14%, llegamos a la conclusión de que más de la mitad de la población tiene problemas habitacionales o, directamente, vulnerado su derecho a la vivienda.

Entre el Censo del 2001 y del 2010, la demanda de vivienda en nuestra ciudad aumentó cuatro veces más que la población. Mientras la población creció un 4%, la cantidad de hogares creció el 16%.