Nahir Galarza aceptó, finalmente, recibir las visitas de un joven que quiere conocerla. En un momento, trascendió que se trataba de su novio, pero ambos desmintieron una relación amorosa consolidada. La joven, en un principio, había acusado al chico de buscar fama pero, terminó accediendo a su pedido de conocerse.

La joven condenada a prisión perpetua por haber asesinado a Fernando Pastorizzo en diciembre de 2017 en Gualeguaychú, aceptó recibir las visitas de Matías Caudana. Se verán en la cárcel durante dos horas los fines de semana. “En el día de hoy la oficina de tratamiento de la Unidad Penal 6 de Paraná, a cargo de la oficial Luján Ojeda, me ha informado que la señorita Nahir Galarza aceptó las visitas solicitadas por mi defendido Matías Caudana” indicó Augusto Laferriere, defensor del joven a través de un comunicado.

Caudana fue absuelto en una causa por compra y venta de droga (en la que fue sentenciado su padre, Gonzalo Cuadana). El hijo de un narco pidió reunirse en la cárcel con Nahir Galarza, quien si bien ahora aceptó las visitas, días atrás en una entrevista con Infobae hizo referencia a Caudana y lo acusó de buscar fama: "Siento que busca ser famoso y no conocerme. No cumplió con su palabra. Me dijo que no iba a hablar con los medios. Es mi vida privada. No soy una actriz. Ni soy de la farándula. Además no estoy enamorada ni lo estuve, ni tengo novio. Eso es lo que puedo decir hoy".

En tanto, el muchacho había contado en un reportaje con Gente que se había cruzado pocas veces con la condenada, pero que tenía intenciones de visitarla en la cárcel: "Nos estamos conociendo, por el momento no nos dimos ni un beso", detalló. También, reveló que ocurrió la primera vez que se vieron, cuando a Nahir la llevaron al penal de varones por una consulta médica. "Nos conocimos un día que a ella la llevaron al dentista. Salía de la enfermería y nos cruzamos porque a mí me estaban trasladando para ir a ver a mi abuela. Yo sabía quién era ella por la televisión. Grité su nombre y, cuando se dio vuelta, le hice un gesto de que la iba a llamar. Ella sonrió y asintió con la cabeza", relató.

El joven recibió la absolución en un juicio que tuvo 21 condenas por una causa por narcotráfico. Al salir en libertad, la autorización que había conseguido para visitarla quedó sin efecto y tuvo que volver a tramitar el ingreso que ahora finalmente se concretó.