A diez minutos de haber comenzado el partido, Newell’s se apoderó de él con un golazo de Ignacio Scocco. Y a diez minutos del final, Mauro Óbolo le devolvió su mitad a Godoy Cruz. Ésa es una posible síntesis del entretenido duelo que se llevó a cabo este domingo en Mendoza y que dejó un sabor agridulce a la Lepra, que de todas maneras se mantiene como líder absoluto del torneo Inicial.

Desde el comienzo, el conjunto rosarino manejó más la tenencia del balón y contó con varias llegadas al arco que Nelson Ibáñez defendió bien, a excepción del minuto 10, cuando nada pudo hacer ante un remate rasante del goleador del campeonato tras una buena combinación colectiva.

El mejor socio para Nacho en ataque durante el primer tiempo fue Martín Tonso. Ambos estuvieron bien apuntalados por la movilidad de Pablo Pérez y la visión de Lucas Bernardi.

El Tomba intentó jugar cuando pudo, y tuvo un par de chances –aunque aisladas– de igualar el marcador. Sobre el final de la etapa inicial, el local sufrió la expulsión de Jorge Curbelo.

En el complemento, el rival equilibró de a poco las acciones pero se dejó ganar por la impotencia ya que no lograba hilvanar una jugada asociada que dejara a sus delanteros de cara a Nahuel Guzmán. La Lepra comenzó a regular y con eso le alcanzaba.

Pero el tramo final demostró un quiebre en el carácter y en el juego de los dirigidos por el Turco Asad, que salieron a buscarlo con más argumentos que su rival y llegaron a la igualdad.

El gol de Óbolo le dio un sacudón al partido: Newell’s se despertó y volvió a intentar atacar con sus mejores armas pero la vuelta le costaba caro, ya que el Tomba parecía una topadora y se las hizo ver feas al fondo leproso –que no tuvo a Gabriel Heinze– en reiteradas ocasiones, pero el invicto de los del Tata no caducó.

Así, el Rojinegro permanece en lo más alto de la tabla del certamen, aunque ahora sus perseguidores están más cerca a falta de seis fechas: Vélez acecha a un solo punto de distancia y Belgrano sorprende cada vez más y está a dos de la cima.