El rival que llegaba al Coloso del Parque era accesible y no se pudo lograr la cuarta victoria consecutiva en el torneo, pero el 2-2 entre Newell’s y Quilmes no dejó un mal sabor si se tiene en cuenta que la Lepra estaba dos goles abajo cuando restaban por jugar 20 minutos.
A puro empuje, los de Pablo Marini lograron un empate cuando sus chances de acariciar al menos un punto parecía escasa tras que el Cervecero se encontrara con dos goles en el complemento, pese a que el local era el dueño de las acciones.
En el primer tiempo, Newell’s fue el claro dominador del partido. Tuvo más la pelota y además llegó media docena de veces con peligro al arco de Grosso, que se fue convirtiendo en una de las figuras del partido. Ya a los dos minutos, Claudio Husaín cabeceó y el arquero visitante la sacó sobre la línea.
Quilmes respondió con un remate de Ibáñez que se fue cerca, pero la Lepra seguía teniendo la iniciativa y enseguida volvió a acercarse al gol con un peligroso tiro cruzado de Sebastián Arrieta que salió cerca.
A los 20 fue el turno del goleador. Apareció Oscar Cardozo, pero otra vez Grosso se hizo grande y mantuvo el resultado 0-0, mientras que a los 43 fue el palo el que salvó el arco cervecero tras un nuevo intento de Arrieta.
En el complemento, Newell’s salió decidido a sumar su cuarta victoria al hilo y a los 9 tuvo la primera chance clara: Cardozo cabeceó al gol pero la pelota pegó en un defensor en la primera polémica del partido. ¿Fue mano?
A Quilmes poco le importó, y en la siguiente jugada se puso arriba cuando pocos lo esperaban. Medina sacó un remate desde 25 metros, Guzmán no hizo pie y no alcanzó a evitar que la pelota se metiera contra un palo. Los de Fanesi ganaban y no era justo.
Los rojinegros intentaron despertarse y se fueron contra el área quilmeña, pero a los 20 la visita aumentó la diferencia con un cabezazo de Sosa. El defensor entró solo y tras un centro cabeceó de pique al suelo, poniendo el 2-0.
El gol cayó como un baldazo de agua fría en el Parque, pero lejos de darse por vencido, Newell’s sacó a relucir todo su amor propio y fue a la carga. Y su merecido lo tuvo a los 26, cuando Cejas tiró un centro que Arrieta empujó a la red.
A los más de 30 mil hinchas rojinegros les volvió el alma al cuerpo y desde afuera comenzaron a empujar al equipo. Quedaba tiempo para la levantada y la Lepra iba.
A los 35 la tuvo Marcos Flores. La pelota venció Grosso y se metía, pero el cruce de Capria ahogó el grito. Al rato Tacuara, pero no era la tarde del paraguayo, que la tiró afuera.
Y a los 39 el desahogo: otra buena jugada de Cejas, centro, y gran volea de Adrián Peralta, que con el empeine la enganchó para mandarla al fondo del arco de Quilmes.
El reloj decía que el partido se podía ganar y los de Marini siguieron apretando, pero la falta de contundencia, quizás el principal problema de este Newell’s resucitado, impidió un tercer grito que hubiese puesto justicia al resultado.
El empate dejó a la Lepra con 10 puntos (aunque al final del torneo se le descontarán tres por los incidentes ante River), mientras que Quilmes suma 5 y ahora comparte la última posición con Rosario Central y Belgrano.
Síntesis
Newell´s: Nahuel Guzmán; Gastón Aguirre, Nicolás Spolli y Germán Ré; Carlos Araujo, Ariel Zapata, Claudio Husaín y Adrián Lucero; Sebastián Arrieta; Mauro Cejas y Oscar Cardozo. DT: Pablo Marini.
Quilmes: Damián Grosso; Walter García, Diego Capria y Héctor Vidal Sosa; Damián Musto, Jorge Medina, Esteban García y Álvaro Pereira; Pablo Batalla; Diego Torres y Gustavo Ibáñez. DT: Alberto Fanesi.
Estadio: Coloso del Parque
Árbitro: Héctor Baldassi

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